A poco más de una semana de que los rugbiers franceses Oscar Jégou y Hugo Araudou fueran detenidos por presuntamente haber violado a una mujer de 39 años en Mendoza, la Fiscalía le tomó testimonio a uno de los testigos que podría ser considerado clave para la investigación. En paralelo, comenzaron a realizarse las pericias psiquiátricas y psicológicas que había solicitado su abogado defensor, Rafael Cúneo Libarona.
Luego de que el fiscal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Darío Nora, resolviera imputar a los deportistas por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos personas ante la negativa de estos a declarar sobre lo ocurrido en la madrugada del 7 de julio, este martes fue citado a declarar el conducto de Cabify que había trasladado a la víctima desde el Diplomatic Hotel hasta su domicilio.
A pesar de que no trascendieron todos los detalles de la declaración que ofreció el hombre, la atención se centró en la breve descripción que dio del viaje. Y es que ante la Fiscalía aseguró que se trató de un recorrido “normal” y negó haber visto signos de violencia en la víctima. No obstante, el testigo remarcó que no podía ratificarlo, debido a que la mujer viajaba en el sector trasero del automóvil.
De acuerdo a la información obtenida por el medio local MDZ, el chófer fue el primero en iniciar una ronda de declaraciones que tendrá lugar esta semana. Este miércoles se espera que la amiga de la denunciante se presente para dar su versión de los testimonios, mientras que el jueves responderá a las preguntas de la Fiscalía la madre de la mujer.
Al final de la semana, una profesional del Cuerpo Médico Forense se presentará a declarar y, por el momento, se balancea la posibilidad de que la víctima también concurra al Polo Judicial a ratificar su relato si se encuentra en condiciones de hacerlo. Cabe recordar que la mujer estuvo hospitalizada hasta el sábado por haber sufrido un shock emocional al haber visualizado en una tomografía las lesiones que había sufrido en la cabeza durante el ataque.
Por otro lado, la defensa de los rugbiers solicitó que tantos Jégou y Araudou, como la víctima, fueran sometidos a una serie de pericias psiquiátricas y psicológicas para corroborar el estado en el que se encontraban. Hasta el momento, los deportistas iniciaron los estudios, mientras que resta que la denunciante atraviese el mismo proceso.
Mientras que la fecha de la audiencia para dictar la prisión preventiva a los atletas continúa en suspenso, ambos continuarán detenidos en la Estación Transitoria de Detenidos y Aprehendidos (Estrada) del Polo Judicial mendocino. El siguiente paso que les esperaría a los acusados sería el traslado inminente a una cárcel provincial, que podría tratarse del penal de San Felipe.
Sin embargo, Cúneo Libarona confirmó a Infobae que intercedió en la situación al solicitar el beneficio de la prisión domiciliaria, debido a que teme por la integridad de sus defendidos. “La imputación de un delito sexual conlleva una posible venganza en la población penitenciaria”, apuntó el abogado al señalar que el hecho de que los jóvenes no hablaran español podría ser una complicación.
“Es una preocupación y miedo fundados. La prisión domiciliaria garantiza la continuidad del proceso penal, sin vulnerar a la presunta víctima”, sostuvo Cúneo Libarona al agregar que ninguno cuenta con antecedentes y están imposibilitados a irse del país. Asimismo, reiteró que confía en la versión de los jugadores que le aseguraron que la relación sexual existió, pero que habría sido consentida por ambas partes.
En contraposición, la abogada de la víctima, Natacha Romano, aseguró que los rugbiers la habrían abusado en al menos seis oportunidades, debido a que la habrían tenido cautiva por varias horas desde que ingresó a la habitación. Incluso, remarcó la semana pasada en diálogo con Radio Mitre que la mujer tuvo que experimentar “hechos aberrantes y denigrantes”, al relatar que los acusados “la mordieron, la arañaron y la ahorcaron”.
“La herida más visible es un golpe de puño que tiene en uno de los ojos, con un hematoma. También en el cuello, en el mentón, en sus pechos, en las piernas y en la espalda”, describió la letrada al calificar como “salvajes” las supuestas conductas de los acusados.
Fuente: Infobae