Luego de lo que fue la conquista en la Copa América de Estados Unidos con la selección argentina, Emiliano Martínez disfruta de unas merecidas vacaciones con familiares y amigos en Europa. Si bien todo indica que el Dibu permanecerá en Aston Villa, su tiempo de relax no transcurre en territorio inglés sino en Portugal, de donde es oriundo el padre de su esposa, Mandinha.
A través de sus redes sociales, el arquero argentino mostró imágenes de lo que fue una tarde de relax en la pileta para combatir el calor europeo. El mate no faltó, como así tampoco un partido de tenis-fútbol y un picado en el que se lució su hijo Santino, que le sigue los pasos como arquero.
El Dibu se instaló por unos días junto a sus seres queridos en Vilamoura, una localidad situada en el sur de Portugal, a casi 300 kilómetros de la capital (Lisboa). Esta ciudad es famosa por su enorme puerto deportivo, los campos de golf y el casino, además de por la playa de arena del mismo nombre. Casi por mandato familiar, por su origen marplatense, Emiliano se alojó cerca de una zona portuaria en la que puede optar por la navegación y pesca, actividad a la que se dedica su padre.
Antes de la disputa de la Copa América, el arquero de 31 años había disfrutado de un mini período vacacional en el que también se paseó en barco y gozó del mar y la playa con su seno familiar. Desde hace varios días, otros futbolistas del seleccionado nacional también se inclinaron por diferentes destinos para recargar las energías invertidas en la última temporada con sus respectivos clubes y, fundamentalmente, el desgaste provocado durante la conquista de la Copa América.
Sin embargo, Dibu Martínez nunca puede despegarse de la pelota. En una de sus historias, desafió a su amigo Alejandro Muñoz a un partido de fútbol-tenis. Más tarde, pelotearon a Santino. Su amistad con Muñoz, quien hizo las inferiores con él en Independiente de Avellaneda, data de sus días como adolescentes en la pensión del Rojo.
Hace algún tiempo, Alejandro le contó a Infobae cómo se conocieron: el destino los reunió en un hotel de la localidad marplatense de Chapadmalal donde se alojaban los chicos de la categoría 92 de Independiente y también los de San Isidro de Mar del Plata, donde atajaba el Dibu. El interlocutor de ambos fue Alberto (Beto, para sus amigos y cercanos), papá de Emiliano y fanático del Rojo. Ese gancho los llevó a trabar amistad: “Desayunábamos juntos, jugábamos al metegol o al ping pong y, cuando teníamos un rato libre, el papá nos llevaba a la playa”.
Desde que Emiliano empezó a dar sus primeros pasos en Arsenal de Inglaterra, honró su amistad con Alejandro pese a la distancia y lo invitó en varias ocasiones a su casa o a pasar vacaciones en Europa. Uno de los secretos del éxito de Dibu Martínez se debe al tiempo de calidad que le dedica en sus ratos de ocio a su familia y amistades de siempre.
Fuente: Infobae