Una estudiante de doctorado en psicología de California fue detenida y acusada de matar al bebé recién nacido de su mejor amiga y herir a su hermano gemelo. El crimen ocurrió en junio en Pensilvania, EEUU, y según medios locales, los fiscales pedirán la condena a muerte de la sospechosa.
Nicole Virzi, de 30 años, fue acusada de haberle aplastado el cráneo al pequeño León Katz, de 6 semanas, mientras ella lo cuidaba durante una visita a la casa de su amiga en Pittsburgh.
El crimen ocurrió mientras los papás de León, Ethan Katz y Savannah Roberts, estaban en una guardia con el hermano gemelo del bebé, Ari, por lesiones que también se le imputaron a la mujer de California.
La versión de la mujer y las revelaciones de los forenses
Virzi afirmó que Leon se cayó de su hamaca en un momento en que se alejó para prepararle una mamadera. Según la policía, Virzi no tenía una “explicación plausible” para la gravedad de las heridas de Leon, ya que habría caído desde una altura de menos de 50 centímetros.
La autopsia determinó que la causa de la muerte de Leon fue un traumatismo contundente en la cabeza. Una tomografía computarizada de la cabeza reveló que Leon sufrió una fractura de cráneo grave en el lado izquierdo de la cabeza, junto con múltiples hemorragias cerebrales.
Ari, en tanto, tenía pequeños rasguños en ambos lados de la cara, dos moretones debajo del ombligo e hinchazón, hematomas, enrojecimiento y rasguños en los genitales. Según las pericias forenses, las lesiones de ambos niños fueron el “resultado de abuso infantil, ya que se trata de lesiones infligidas que no son naturales ni accidentales”, informó el canal local WTAE.
Como ella fue quien alertó a sus amigos de las lesiones que presentaba el pequeño Ari, la policía la acusa de haber sido ella quien se la hizo y luego aprovechar la ausencia de los papás para matar a León.
Virzi está acusada de homicidio, agresión agravada y torturas. Su abogado, David Shrager, dijo que la mujer estaba “absolutamente devastada” por la muerte de Leon y clama su inocencia. “Eran amigos muy cercanos”, dijo sobre el vínculo entre su clienta y los papás de las víctimas.
Pena de muerte en Pensilvania
Según medios locales, actualmente no hay ninguna mujer en el corredor de la muerte en Pensilvania. El estado ejecutó a sólo tres personas desde que se restableció la pena de muerte en 1978 y a ninguna desde 1999. El exgobernador Tom Wolf declaró en 2015 una moratoria a las ejecuciones, y el gobernador Josh Shapiro se comprometió a no firmar ninguna orden de muerte durante su mandato.
Desde el año 1900, el Estado de Pensilvania solo ejecutó a dos mujeres: Irene Schroeder en 1931 y Corrine Sykes en 1946, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, una ONG que recopila datos sobre la pena capital en los Estados Unidos.
Fuente: TN