Francia está conmocionada y horrorizada por el caso de una mujer drogada incontables veces por su propio esposo y violada por decenas de desconocidos durante 10 años.
El megajuicio contra Dominique P. y otros 50 hombres comenzó el lunes en Aviñón, sur del país.
Este martes los hijos de la víctima, Gisèle P., de 72 años, se estremecieron al escuchar el largo y crudo resumen de los abusos organizados por su padre.
Los investigadores identificaron 92 violaciones entre 2011, cuando la pareja vivía en la región de París, y 2020, especialmente a partir de 2013, tras mudarse a Mazan, en la región de Provenza.
El hombre utilizaba un sitio citas para reclutar a los violadores. “Tú eres como yo. Te gusta el modo violación”, escribió a uno de sus contactos, en una discusión hallada por la policía. A otros explicó que administraba somníferos a su esposa para agredirla sexualmente con prácticas que ella rechazaba.
Los acusados podrían ser condenados hasta a 20 años de cárcel
La mujer se mantuvo estoica en el segundo día de este megajuicio en el que los 51 acusados, entre ellos su pareja durante casi medio siglo, se enfrentan a 20 años de prisión por violación con agravantes.
Este caso, que horroriza a Francia, salió a la luz por casualidad cuando Dominique P., con quien la víctima tramita su divorcio, fue sorprendido en 2020 en un centro comercial grabando bajo las polleras de las clientas.
Los investigadores encontraron entonces en su computadora muchas fotos y videos de la víctima, visiblemente inconsciente, mientras decenas de desconocidos la violan. El acusado respondió este martes con un “sí”, cuando se le preguntó si era culpable.
Aunque la mujer se mostró impasible, a los tres hijos de la pareja, sentados junto a su madre, les costó contener la emoción. En dos ocasiones, su hija, Caroline Darian, abandonó la sala entre lágrimas y temblores.
El presidente del tribunal, Roger Arata, mencionaba en ese momento los fotomontajes en los que Darian aparecía desnuda. Las imágenes se encontraban en una carpeta de la computadora de su padre, de 71 años, llamada “Sobre mi hija, desnuda”.
“Caroline tuvo que salir. Era absolutamente insoportable. Incluso si no han descubierto nada nuevo”, explicó el abogado de los hijos y de la madre, Antoine Camus, para quien el trance de este martes era “duro”, pero “necesario”.
Gisèle P. y sus hijos se opusieron con éxito el lunes a la petición de la fiscalía y de una parte de la defensa que quería que este caso emblemático de las violaciones con sumisión química se celebrara a puerta cerrada.
Tras regresar de nuevo a la sala, Darian se detuvo unos segundos ante el banquillo donde están los 18 acusados en prisión preventiva, pero ninguno cruzó su mirada, tampoco su padre, al que ahora solo llama “progenitor”. La mujer, que publicó en 2022 un libro titulado Y dejé de llamarte papá, “quería sostenerle la mirada mucho tiempo para ver hasta dónde podía llegar en sus negaciones”, explicó el abogado Camus.
Quiénes son los demás acusados
A lo largo de la exposición de los hechos, detallados por el juez Arata de forma fría, Dominique P. permaneció impasible, conversando en ocasiones con su abogada Béatrice Zavarro o mirando a la sala.
Un total de 18 acusados se encuentran en prisión preventiva por violar varias veces a Gisèle P., algunos hasta seis veces, o por practicar las violaciones más graves. Algunos cuentan con un largo historial de condenas por violencia doméstica o violación, a veces de niños, de adicción a las drogas o al alcohol, y de atracción por las prácticas pedófilas o por la zoofilia.
Además del principal acusado, solo 50 de los 72 agresores que aparecen en las fotos y los videos pudieron ser identificados. De estos, 32 comparecen en libertad ante el tribunal y uno es juzgado en rebeldía.
Dominique P. llegó a encargar 450 píldoras en un año, según el seguro nacional de enfermedad francés Assurance Maladie.
(Con información de AFP)