El Gobierno Nacional inició conversaciones con empresas privadas latinoamericanas para evaluar la tercerización de la operación de Aerolíneas Argentinas, según informó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Este anuncio se dio tras una reunión clave en Casa Rosada entre el presidente de la aerolínea, Fabián Lombardo, y funcionarios de alto nivel, como Karina Milei, Guillermo Francos y Luis Caputo. La medida busca enfrentar la creciente conflictividad gremial y el déficit operativo que la compañía enfrenta, habiendo recibido transferencias por $63.649 millones en lo que va del año.
Aunque la posibilidad de tercerizar la operación ha generado debate, expertos del sector advierten que la cesión del Certificado de Explotación de Servicios Aéreos (CESA) sería equivalente a una privatización, lo que está legalmente bloqueado sin una ley específica.
Por su parte, el expresidente Mauricio Macri sugirió otras alternativas, como iniciar un proceso de quiebra, dividir la compañía en varias partes o liquidar sus activos. Cada una de estas opciones tiene implicaciones legales y financieras que requieren la aprobación del Directorio de Aerolíneas, que actualmente está compuesto por seis miembros, con tres vinculados al Gobierno y tres opositores.
A pesar de estas propuestas, expertos del sector sostienen que la venta de activos, como aviones o rutas, podría ser una opción viable para reducir el déficit operativo. Sin embargo, cualquier cambio profundo en la gestión de Aerolíneas Argentinas enfrenta desafíos legales y sindicales, lo que complicará su resolución en el corto plazo.
Escenarios propuestos para el futuro de Aerolíneas
Expertos del sector han ofrecido distintas opciones sobre qué hacer con Aerolíneas Argentinas, cada una con implicancias legales y técnicas:
Bajo este escenario, expertos del sector han ofrecido distintas opciones sobre qué hacer con Aerolíneas Argentinas, cada una con implicancias legales y técnicas:
1. Tercerización de la operación:
El Gobierno plantea la posibilidad de tercerizar algunos aspectos de la operación de la aerolínea. Sin embargo, según el abogado Diego Fargosi, especialista en el sector aerocomercial, esto no es posible sin ceder el Certificado de Explotación de Servicios Aéreos (CESA), lo cual sería equivalente a privatizar la compañía. Algunos sectores legales creen que esta opción podría ser viable mediante un contrato de operación para enfrentar la crisis sin que implique una privatización total.
2. Proceso de quiebra:
Esta es una de las opciones sugeridas por el expresidente Mauricio Macri. De acuerdo con Fargosi, Aerolíneas podría pedir la quiebra si sus cuentas lo justifican y si su Directorio lo aprueba. Algunos analistas señalan que si el Gobierno dejara de financiar a la compañía, la quiebra sería inevitable, aunque políticamente esta opción parece menos probable en el corto plazo.
3. Escisión de la empresa:
Otra alternativa planteada es dividir Aerolíneas Argentinas en diferentes unidades. Macri propuso que se podría escindir la operación doméstica de la internacional, con el argumento de que la primera es menos deficitaria. Esta división permitiría una gestión más eficiente de las rutas y recursos, aunque requeriría la aprobación del Directorio y enfrentaría desafíos legales y sindicales.
4. Liquidación de activos:
El último escenario implica la venta de activos de la compañía, como aviones o rutas, para reducir su déficit. Según expertos, un avión de Aerolíneas podría alcanzar un valor de hasta US$200 millones. Aunque esta opción sería rápida para generar liquidez, podría afectar la competitividad y la operatividad de la aerolínea, ya que la pérdida de rutas estratégicas significaría una reducción en su capacidad operativa.
Las posibles implicaciones
Cada una de estas alternativas presenta desafíos técnicos y legales. Además, el componente sindical es un obstáculo considerable, dado que la compañía tiene una fuerte base gremial. La decisión final sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas deberá pasar por su Directorio, y cualquier medida que implique cambios profundos enfrentará una intensa discusión tanto en el ámbito político como en el gremial.
En este contexto, el debate sobre cómo manejar la crisis de Aerolíneas Argentinas sigue abierto, y el Gobierno aún debe decidir qué camino tomar para garantizar la sostenibilidad de la empresa sin generar una mayor conflictividad social y política.