La queratosis pilar, también conocida como “piel de gallina” o “piel de rallador” por la textura que se percibe al pasar la mano suavemente sobre la piel afectada, es un trastorno de la queratinización de los folículos pilosos. ¿Qué significa esto?
Se presenta como pequeños bultos o granitos de color piel o rojizos, que se sienten ásperos. La piel afectada suele estar seca y, en ocasiones, enrojecida. Los queratinocitos, las principales células de la piel, que normalmente se descaman, se acumulan alrededor de los folículos pilosos, lo que genera estas lesiones. Cuando cubren una superficie considerable, se percibe al tacto.
En algunas personas, puede provocar picazón y la piel puede irritarse si está muy seca o si se rascan las protuberancias. Esta condición suele localizarse en la parte externa de los brazos, la cara anterior de los muslos, los glúteos y mejillas. La prevención consiste en aplicar hidratantes diariamente en la piel y evitar tratamientos abrasivos.
Una afección benigna de la piel
Aunque la queratosis pilar no supone un problema de salud, sí representa un inconveniente estético, especialmente cuando afecta el rostro. Es frecuente en personas con dermatitis atópica, pero también puede aparecer en quienes no tienen esta condición. A menudo, se confunde con acné, lo que lleva a aplicar productos astringentes que pueden secar aún más la piel, empeorando el cuadro.
El problema suele empeorar en etapas de la vida con cambios hormonales, como la adolescencia y el embarazo, y tiende a mejorar en la adultez. También se intensifica en invierno, cuando la piel está más seca, no se la hidrata adecuadamente o se dan baños de agua muy caliente.
Algunas sugerencias, son:
- Tomar baños cortos, con agua templada y elegir jabones suaves y cremosos.
- Usar una esponja o guante exfoliante de manera suave para ayudar a eliminar las células muertas que quedan adheridas a los folículos pilosos, sin irritar la piel.
- Evitar apretar, exprimir o manipular las lesiones con agujas.
- No rascarse, ya que esto puede irritar la piel.
- Evitar la ropa ajustada, que puede generar fricción e irritar la piel.
Es fundamental mejorar la barrera cutánea, que está alterada genéticamente, utilizando limpiadores dermatológicos adecuados. También es recomendable aplicar cremas humectantes con queratolíticos, como urea, ácido salicílico o ácido glicólico. Muchas de estas cremas son de venta libre, pero si no se observa mejoría, es aconsejable consultar.
Fuente: TN