Ben, un joven de 24 años de Inglaterra, fue al médico en febrero de 2020 por una molestia en su espalda, una especie de bulto pequeño que parecía una reacción alérgica, pero que le dolía. Tras varias consultas durante un año y nuevas supuestas reacciones que aparecían en su cuerpo, le diagnosticaron cáncer en el sistema linfático, es decir, linfoma.
El bulto que llamó la atención de Ben apareció en febrero de 2020, pero su diagnóstico llegó recién en marzo de 2021. Primero le realizaron una biopsia en donde le dijeron, erróneamente, que se trataba de un quiste de grasa benigno.
Tiempo después, otro bulto apareció en su espalda. Sin embargo, los médicos lo consideraron como inofensivo. Como esto surgió al mismo tiempo de la pandemia y el servicio médico estaba colapsado, sus turnos se fueron retrasando, lo que hizo que recién puedan diagnosticarlo un año más tarde.
Cuando finalmente le diagnosticaron un linfoma, Ben admitió que la noticia fue totalmente devastadora.
“A los 21 años, ni siquiera te esperás contemplar un diagnóstico”, aseguró.
Poco después, Ben comenzó su tratamiento de radioterapia en el Guy’s Hospital y aunque actualmente está en observación debido a nuevos bultos en la parte baja, se mantiene positivo y decidido a “recuperar su vida”.
Fuente: TN