La dieta sin gluten requiere disciplina y conocimiento profundo sobre los alimentos que se consumen. Para los celíacos, evitar esta proteína no es una moda, sino una necesidad para proteger su salud intestinal y bienestar general. Las precauciones deben ir más allá de lo obvio: desde leer etiquetas de ingredientes hasta evitar la contaminación cruzada en las cocinas, cada paso importa. Afortunadamente, hoy existe una mayor concientización sobre el tema, facilitando acceso a productos certificados y libres de gluten.
El camino para garantizar un entorno seguro no siempre es sencillo. Quienes conviven con la enfermedad celíaca deben aprender a manejar situaciones cotidianas, desde comer fuera de casa hasta seleccionar productos de confianza. Con apoyo comunitario y estrategias educativas, la vida de las personas celíacas puede ser más accesible y saludable.
Entendiendo el gluten y su impacto
El gluten es una proteína presente en cereales como trigo, cebada y centeno. Para quienes padecen enfermedad celíaca, su consumo genera una reacción autoinmune que daña el revestimiento del intestino delgado, dificultando la absorción de nutrientes y provocando síntomas que van desde molestias gastrointestinales hasta complicaciones más severas. Según la Fundación Internacional de Enfermedad Celíaca, eliminar completamente esta proteína es el único tratamiento efectivo.
Cumplir con una dieta estricta sin gluten no solo alivia síntomas, sino que evita complicaciones a largo plazo, como osteoporosis, anemia y enfermedades autoinmunes adicionales. El compromiso con el cumplimiento de esta dieta puede resultar desafiante al principio, pero trae consigo importantes beneficios, como la mejora de la salud digestiva, el aumento de energía y la reducción de inflamación.
Los estudios, como los realizados por la Clínica Mayo, han resaltado que un correcto seguimiento de la dieta disminuye significativamente el riesgo de complicaciones. También se ha señalado que la variedad de productos aptos ha crecido, ayudando a mantener una nutrición equilibrada sin la necesidad de gluten.
Contaminación cruzada: un enemigo oculto
La Asociación de Celíacos de Argentina señala que educar tanto a familiares como al entorno social puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida de los pacientes. Uno de los mayores desafíos para quienes siguen una dieta sin gluten es la contaminación cruzada, que ocurre cuando alimentos seguros entran en contacto con productos con gluten. Esto puede suceder en el hogar, en restaurantes o en la industria alimentaria. Las principales precauciones incluyen:
- Usar utensilios separados para preparar y servir alimentos sin gluten.
- Limpiar superficies de trabajo y electrodomésticos antes de cocinar.
- Verificar que los alimentos procesados lleven la certificación de “libre de gluten”.
Si hablamos de aliados indispensables, sin duda dos de ellos son etiquetado y productos aptos. La legislación alimentaria ha avanzado en términos de etiquetado para asegurar que las personas celíacas puedan identificar productos seguros. En muchos países, las regulaciones exigen un etiquetado claro y distintivo, indicando si un alimento contiene gluten o si ha sido producido en un entorno donde puede haber contaminación cruzada.
No obstante, es esencial que los consumidores revisen la lista de ingredientes y se mantengan informados sobre cambios en las formulaciones. En este sentido, la educación continua y el acceso a recursos confiables, como los listados de productos aptos, contribuyen al éxito de la dieta.
Una cerveza sin gluten
Una cerveza fabricada en la Argentina tiene un proceso de producción que garantiza que el gluten se reduzca a cantidades inocuas gracias a una enzima que se agrega en la etapa de fermentación. Esta enzima rompe las moléculas de gluten evitando así que lleguen a la cerveza terminada. Se trata de un proceso novedoso que ya se utiliza en otros países de la región como Uruguay, Chile y Brasil, así como también en países europeos como España, Italia, Inglaterra y Holanda, entre otros”, relata la licenciada en Tecnología de alimentos y sommelier de cerveza, Sol Cravello.
“Si bien la cantidad de gluten que tienen las cervezas no es tan elevado como el que puede encontrarse en otros alimentos, sabemos que cada vez más gente puede optar por eliminarla por completo de su dieta, ya que no es fácilmente digerible para nuestro organismo. Elegir una alimentación sin gluten, para muchas personas puede ser beneficioso y contar con una cerveza rica y suave puede ser un gran aliado en el camino. Los ingredientes son malta de cebada, arroz, lúpulo, agua y levadura. Lleva un proceso de fermentación y maduración prolongado para redondear sus sabores y dejarla con un perfil delicado y balanceado en boca”, continúa.