Deborah Pel, la mujer que estaba intensamente buscada por la policía francesa tras el macabro hallazgo de sus tres hijos apuñalados en su casa del pueblo de Taninges fue encontrada muerta este miércoles dentro de su auto en Suiza.
El vehículo estaba estacionado en el pueblo de Champéry, dónde había nacido la mujer, una maestra de 45 años. Aún se esperan los resultados de la autopsia.
Los abuelos fueron quienes encontraron los cuerpos de los chicos
El alcalde de Taninges, Gilles Peguet, confirmó al diario Le Dauphiné Libéré que fueron los abuelos de los chicos quienes encontraron los cuerpos de los nenes, dos varones de 2 y 11 años y una chica de 13. Los esperaban para almorzar y se sorprendieron al no verlos llegar. Cómo vivían en el mismo pueblo, fueron directamente a buscarlos a su casa. La autopsia de los chicos confirmó que fueron apuñalados. Junto a los cadáveres, Pel había dejado una carta cuyo contenido aún no fue revelado.
Mientras, la mujer se había escapado en auto y cruzó la frontera a Suiza, donde fue encontrada horas después.
Desde un principio, la policía trató el caso como un infanticidio. El fiscal de la ciudad de Bonneville, Boris Duffau, señaló en un comunicado que se abrió “una investigación por homicidios dolosos”.
Según el diario Le Dauphiné Libéré, la mujer padece trastornos depresivos. Los investigadores interrogaron a varias personas del entorno familiar y laboral de la madre para “tratar de determinar las circunstancias exactas de la comisión de los hechos”.
Qué se sabe de la mujer acusada de matar a sus tres hijos en Francia
Deborah Pel estaba muy involucrada en la vida local. Flautista, formaba parte de la orquesta municipal del pueblo de Samoëns y fue tesorera de la escuela de música de la ciudad.
“Deborah era genial con los niños. Una gran maestra, muy popular en la escuela”, dijo a Le Parisien un empleado del colegio de la localidad de Marnaz donde daba clases. La madre de una exalumna la describió como “una persona risueña, agradable”. “Parece imposible que una persona tan radiante pudiera haber hecho algo tan terrible”, comentó.
Sin embargo, según medios locales, la maestra había pedido el cambio a otra escuela el año pasado tras una petición y varios informes de padres de alumnos que señalaron su severidad con los chicos. “Ella no estaba hecha para ser maestra. Era desagradable con los niños”, dijo la abuela de unos exalumnos de Pel a Le Parisien. “Los obligaba a quedarse parados porque se movían demasiado y les arrojó sus cartucheras a la cara”, agregó.
Una familia integrada en el pueblo
En el pueblo, la conmoción es total. El alcalde de Taninges contó al medio France Bleu que se trata de “una familia histórica que siempre vivió allí”. “Los padres, los bisabuelos… Es una familia completamente de nuestro pueblo, integrada en nuestro pueblo, que participaba de la vida del pueblo en asociaciones…”, agregó.
Según el alcalde, en el pueblo “la emoción es enorme”. “Nadie nos enseña a hacer frente a este tipo de drama”, se lamentó. El hombre dijo que por ahora solo tienen “muchas preguntas y pocas respuestas” sobre lo que ocurrió.
Fuente: TN