Geraldina Benítes, la joven madre de 25 años que recibió un balazo en la cabeza durante la tarde de este jueves en una barriada del oeste de Godoy Cruz, falleció luego de una cirugía que se realizó en el Hospital Central, debido a que el proyectil calibre 9 milímetros que la alcanzó no había presentado orificio de salida.
La víctima, madre de una niña de pocos más de dos años y medio, no tuvo nada que ver el tiroteo y se encontraba cerca de su casa mientras la pareja y el cuñado hablaban con unos vecinos por las roturas que habían generado en una moto y un teléfono celular.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 15.30 en la intersección de Jacaranda 209 y Chuquisaca, en el barrio Jardín Victoria. Según las investigaciones preliminares a cargo del fiscal de Homicidios Carlos Torres, la víctima observaba a su pareja y al hermano de él en la casa de dos sujetos para acordar cómo sería el pago para los arreglos del vehículo, lo que desencadenó un tiroteo de parte de los hermanos.
Un disparo impactó en el cráneo de Benítes, específicamente en el costado izquierdo, con un orificio de entrada sin salida. Testigos la trasladaron rápidamente en un Ford Fiesta hasta el Hospital del Carmen, donde quedó internada en Terapia Intensiva inicialmente y posteriormente, pasadas las 22, confirmaron que presentaba muerte cerebral. Durante la madrugada de este viernes, los médicos decretaron el deceso.
Mientras se desarrollaba el operativo policial, las autoridades lograron una captura significativa: un menor de 15 años fue encontrado y aprehendido mientras se ocultaba en el techo de una vivienda vecina, domicilio que presentaba impactos de bala. Creen que este adolescente, oriundo del barrio Los Paraísos, se encontraba con los hermanos al momento de los disparos.
El fiscal Torres citó a los primeros testigos y también ordenó las medidas en la escena. Durante el procedimiento, efectivos de Motorizada y también de la Comisaría 40ª secuestraron una pistola calibre 9 milímetros en el patio interno de una casa contigua, un arma que podría haber sido denunciada como robada previamente.
Las autoridades también apuntan a la posible participación de los dos hermanos, señalados por los testigos como involucrados en el hecho. Si bien se reserva su identidad, se trata de personajes vinculados con el mundo del hampa y el narcotráfico en el oeste de Godoy Cruz. Es más, los citan como soldados de una de las bandas delictivas más conflictivas de los últimos años en la zona.
La 9 milímetros secuestrada y que será peritada. Científica levantó plomos y vainas para cotejo.
Fuente: El Sol