El presidente Alberto Fernández aseguró hoy que analiza la posibilidad de instruir a las fuerzas de seguridad para que se disipen las aglomeraciones de personas como prevención ante el incremento de casos de coronavirus, pero descartó la implementación de un “toque de queda”.
“No vamos a implementar un toque de queda pero sí un toque sanitario que fue algo que funcionó en muchas ciudades del interior. Si vemos que la situación no afloja y el relajamiento sigue, vamos a ver de qué modo las fueras de seguridad empiezan a actuar en la calle para disipar a la gente e impedir aglomeraciones”, aseguró el jefe de Estado.
Fernández adelantó además que Rusia se comprometió a enviar la segunda dosis de la Sputnik V en los primeros días de enero para poder completar la inmunización de las primeras 300 mil personas que serán inoculadas en la campaña que se inició el martes pasado.
A diferencia de otros desarrollos contra el COVID-19, que se administran como dos inyecciones del mismo producto, la vacuna rusa Sputnik V se basa en dos dosis administradas con diferentes virus inactivos, conocidos como vectores. De tal modo, la dificultad de producción de la segunda fórmula incrementaría el riesgo de no poder ser aplicada a tiempo a quienes ya se dieron la primera dosis. La agencia internacional Reuters había reportado un retraso en la producción de la fórmula que podía generar contratiempos en la Argentina.
“Sobre el final de enero, vamos a recibir 4 millones de dosis de la primera y un millón más de la segunda. Y en febrero vamos a tener la cantidad de dosis que faltan para terminar de vacunar a 10 millones de argentinos con la vacuna de Gamaleya”, informó el jefe de Estado.
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