El expresidente Alberto Fernández finalmente no asistió este jueves a los Tribunales de Comodoro Py para presentar sus argumentos para recusar al juez Julián Ercolini en la causa por violencia de género iniciada por la ex primera dama Fabiola Yañez. La audiencia no será oral y las partes presentarán escritos.
Fernández consideró que la decisión de Ercolini fue “parcial” pero seguirá insistiendo con su pedido antes de que la Cámara Federal confirme la postura del magistrado. Mientras tanto, el juez suspendió el llamado a declaración indagatoria, instancia que el exmandatario nacional logró retrasar por tercera vez en un solo mes.
En su pedido de recusación contra el magistrado, la abogada el exjefe de Estado, Silvina Carreira expuso que el expediente debió pasar al fuero Penal Contravencional de la Capital Federal, al considerar que los hechos investigados deben incluirse “en las contravenciones de maltrato y hostigamiento del Código de dicha jurisdicción”.
Por ese motivo, Fernández intentó apartar a Ercolini al entender que, ante una posible “parcialidad”, la indagatoria y el proceso en general podrían verse afectados. En ese sentido, su representante legal aseguró que se basó en el “temor” de que el magistrado ya hubiera formado un juicio previo sobre el caso, lo que afectaría la “imparcialidad” del proceso.
Mediante una resolución, el juez rechazó el pedido bajo el argumento de que “no existe un basamento fáctico ni jurídico que sustente el planteo” de Fernández. Además, planteó que “no se veían afectadas las garantías constitucionales indicadas en su respectivo planteo, pues debe demostrarse la razonabilidad del temor alegado sobre la base de elementos objetivos. En este caso, las alegaciones se basan en meras suposiciones sin acreditación”.
Frente a este ida y vuelta judicial, Fernández acudió a la Cámara de Apelaciones en el que realizará su último intento de “separar” a Ercolini de la causa que lo tiene como acusado de ejercer violencia psicológica sobre Yañez durante varios años, entre 2016 y 2024.