En una acción poco común dentro de las compañías aéreas, la aerolínea europea Ryanair decidió demandar a un pasajero por mala conducta durante un vuelo.
La compañía busca recuperar más de 15.000 dólares en gastos, luego de que un vuelo que iba desde Irlanda hacia España se viera obligado a desviarse a Portugal y se retrasara durante la noche.
Ryanair reveló este miércoles que aquel hecho, ocurrido en abril del año pasado, afectó a los 160 pasajeros que se encontraban a bordo. La aerolínea presentó acciones legales en el Tribunal de Circuito Irlandés, argumentando que el comportamiento del pasajero generó más de 15.000 dólares en costos adicionales, incluyendo alojamiento nocturno, gastos de los pasajeros y costos de aterrizaje, informó New York Post.
La compañía también hizo una advertencia a futuros pasajeros y destacó que esta acción legal forma parte de una “importante campaña contra la mala conducta” a bordo de sus vuelos.
“Es inaceptable que los pasajeros, muchos de los cuales viajan con familiares o amigos para disfrutar de unas relajantes vacaciones de verano, sufran interrupciones innecesarias y una reducción de su tiempo de vacaciones como resultado del comportamiento de un pasajero rebelde”, indicó Ryanair en un comunicado.
“Esto demuestra solo una de las muchas consecuencias que los pasajeros que alteren los vuelos enfrentarán como parte de la política de tolerancia cero de Ryanair. Esperamos que esta acción disuada más comportamientos disruptivos en los vuelos, para que los pasajeros y la tripulación puedan viajar en un entorno cómodo y respetuoso”, agregó en el mismo.
En la Unión Europea, los pasajeros tienen derecho a compensación por vuelos cancelados o retrasados por tres horas o más, lo que incluye alojamiento gratuito en hotel si es necesario. Sin embargo, Ryanair busca que los pasajeros también se responsabilicen por sus conductas a bordo.
El agosto pasado, el director ejecutivo de Ryanair, Michael O’Leary, pidió a los aeropuertos limitar el número de bebidas alcohólicas incluidas en la tarjeta de embarque.
O’Leary afirmó que los pasajeros, bajo los efectos del alcohol, no solo se caían o se dormían, sino que, sumado a la combinación de ciertas pastillas, resultaban en un comportamiento mucho más agresivo hacia la tripulación y otros pasajeros. “Las peleas entre pasajeros son ahora una tendencia creciente a bordo de los aviones”, expresó O’Leary.
Fuente: TN