El ministro de Educación de Nueva Zelanda, Chris Hipkins, será el nuevo primer ministro del país en sustitución de Jacinda Ardern, que este jueves presentó su renuncia y dejará el cargo de forma oficial el próximo 7 de febrero, informó el Partido Laborista en un comunicado.
El líder del Partido Laborista resaltó en un comunicado que la asamblea de la formación política se reunirá el domingo para respaldar el liderazgo de Hipkins, según informaron el medio local NZ Herald y la agencia de noticias Europa Press.
Si bien el único nominado fue Hipkins, también se barajaron otras posibilidades, como la ministra de Justicia, Kiri Allan, o el ministro de Transporte, Michael Wood.
Quién es Chris Hipkins
El ministro, de 44 años, que también ocupa la cartera de Policía desde junio pasado, es hombre de confianza de Ardern y se hizo conocido a raíz de su puesto en la cartera de Respuesta al coronavirus, que le valió alguna que otra polémica.
De hecho, el laborista, diputado desde 2008, se disculpó y admitió que había divulgado información personal e incorrecta sobre la entonces periodista Charlotte Bellis, del canal Al Jazeera, quien tuvo que dar a luz en Afganistán por no poder regresar a Nueva Zelanda ante las medidas contra el virus.
Hipkins tendrá el desafío de mantener al partido en el nivel de popularidad en que lo colocó Ardern en 2017, tras más de una década de liderazgo del Partido Nacional.
Las razones de la renuncia de Ardern
Ardern, de 42 años, que era considerada una figura política promisoria, sorprendió al anunciar su renuncia menos de tres años después de haber renovado el cargo, que dejará a más tardar el 7 de febrero.
La mandataria, que tuvo que enfrentar la pandemia de Covid-19 y el peor ataque terrorista de la historia del país, dijo que no tenía "energía" para seguir y que quería dedicarse a cuidar a su hija, nacida poco después de su llegada a la jefatura del Gobierno, en 2017.
Ardern aseguró que no hay ningún secreto detrás de su renuncia: "Soy humana. Damos todo lo que podemos hasta que llega la hora. Y para mí llegó la hora".
"Me voy porque con un trabajo tan privilegiado hay una gran responsabilidad, la responsabilidad de saber cuándo eres la persona indicada para liderar y cuándo no", sostuvo.
"He dormido bien por primera vez en mucho tiempo. Pero estoy entre una gama de emociones. Me siento triste, pero también tengo un sentido de alivio", admitió este viernes Ardern en declaraciones a la prensa.
Asimismo dijo estar abrumada por las respuestas que recibió de líderes internacionales y neozelandeses que lamentaron su salida.
La jefa de Gobierno supo ganarse la aprobación popular con su carisma y empatía, pese al desgaste sufrido en los últimos meses por variable económicas como la inflación, pero también por su estrategia en la pandemia, en un principio ampliamente alabada pero castigada al final por haber extendido demasiado tiempo las restricciones sanitarias.
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