El Tesoro consiguió una adhesión del 78% al canje de deuda en pesos con vencimiento entre junio y septiembre y logró reducir en aproximadamente 7,4 billones de pesos los vencimientos programados de junio a septiembre.
El Tesoro Nacional debía afrontar vencimientos por $9,5 billones en los próximos cuatro meses y luego de esta operación de conversión, logró reducir los vencimientos proyectados en $ 7,4 billones. De esta manera, la curva de vencimientos del próximo cuatrimestre luce más despejada, debiendo cancelar $2,1 billones.
En cuanto al perfil de vencimientos para lo que resta de 2023 pasó de $ 11,6 billones a $ 4,2 billones, lo que implica una disminución del 64%. En cuanto a la duración de los pasivos, se consiguió extender un 13% a agosto del 2024, un 36% a noviembre del 2024, un 27% a diciembre del 2024, y un 24% a enero del 2025. De esta forma, se logró alargar los vencimientos promedios ponderados en 16 meses.
El ministro de Economía, Sergio Massa, celebró el canje: «Hoy se realizó el canje de deuda pública más grande de la historia argentina en términos de vencimientos del mercado doméstico. Destacamos el profundo acompañamiento del sector público y del sector privado, en especial a aquellos inversores institucionales de largo plazo como las entidades financieras, que tuvieron un nivel de participación del 90%» ,comentó en redes y mostró como quedaron los vencimientos antes y después del canje, en lo que resta del 2023.
Foto: Twitter.
En un canje que tenia especial expectativa en el Gobierno, el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, había anunciado luego del cierre de ofertas desde su cuenta de Twitter que «Hoy llevamos adelante el canje de deuda pública más grande de la historia argentina en el mercado doméstico; no sólo por la trascendencia económica de impacto en las cuentas públicas sino también por abarcar los vencimientos más importantes acumulados del segundo semestre».
Por las características de la oferta que establecía títulos de salida entre 2024 y 2025, se obtuvo el acompañamiento de inversores institucionales de largo plazo como entidades financieras y compañías de seguro. En este sentido, la adhesión total de los bancos fue en torno al 90%.
En ese sentido, jugaba a favor que buena parte de los $9,5 billones que suman los vencimientos de los bonos que se canjean están en manos de organismos estatales lo que garantiza un buen nivel de rollover. Respecto de privados, el Gobierno ya tenia en cuenta un bajo nivel de adhesión de los Fondos Comunes de Inversión ya que los plazos no jugaban a favor con la naturaleza de su negocio cortoplacista.
«Hacia adelante, se continuarán realizando las licitaciones habituales conforme el cronograma publicado y renovando los vencimientos de inversores que por su perfil se encuentran posicionados en instrumentos de corto (fundamentalmente, Fondos Comunes de Inversión y compañías)», informó mediante un comunicado el Palacio de Hacienda.
De esta manera se logra reordenar los flujos de deuda, y sortear las torres de vencimiento que caían durante el proceso electoral. «Esperamos que tenga un nivel de aceptación del orden del 65%», habian dejado trascender algunos funcionarios y habian explicitado que el Fondo esperaba que puedan despejar al menos el 50% de la deuda. Habiendo alcanzado un 78% finalmente, el resultado luce exitoso.
De esta forma se alcanzó el piso mínimo de aceptación que esperaba el Fondo Monetario Internacional para avanzar con la recalibración de metas que esta negociando el Gobierno hace semanas y espera cerrar antes del 21 y 22 de junio, cuando el Gobierno deberá cancelar cuotas por 2.700 millones de dólares.
Adicionalmente, hoy por la mañana, la directora de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, ponderó el canje de deuda que realizó el Gobierno, entre las iniciativas para afrontar la coyuntura. Al respecto, sostuvo que «celebramos los esfuerzos de las autoridades para reducir los riesgos de renovación de la deuda externa y al mismo tiempo asegurando que estas operaciones que se llevan a cabo protejan la sustentabilidad de la deuda y que no contribuya a vulnerabilidades en el futuro» y precisó que «son parte de nuestras conversaciones con las autoridades».