El presidente ucraniano, Volodmir Zelenski, informó este sábado que “están en marcha” las “acciones contraofensivas” que lanzaron sus fuerzas, aunque sin revelar el alcance ni los detalles sobre la situación, un día después de que el mandatario ruso, Vladimir Putin, mencionara también el inicio de estos operativos que desde hace meses prepara Kiev para recuperar territorios ocupados.
“Se están llevando a cabo acciones contraofensivas y defensivas en Ucrania, de las que no voy a hablar en detalle“, declaró Zelenski en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que llegó hoy por sorpresa a Kiev.
“Hay que tenerles confianza a nuestros militares y yo les tengo confianza“, afirmó, citado por la agencia de noticias AFP.
Putin indicó el viernes que “empezó” la contraofensiva que Ucrania prepara desde hace meses, pero indicó que “hasta ahora fracasaron” todos los avances de las fuerzas de Kiev.
“Podemos afirmar plenamente que esta ofensiva empezó“, declaró Putin en un video difundido por la red de mensajería Telegram por un periodista de la televisión pública rusa.
“Todos los intentos de contraofensiva realizados hasta ahora han fracasado, pero el potencial ofensivo de las tropas de Kiev aún se mantiene“, dijo el mandatario a los periodistas, según lo citó la agencia de noticias Sputnik.
En su evaluación diaria sobre la situación en el terreno, el Ministerio de Defensa británico confirmó que las fuerzas ucranianas efectuaron “importantes operaciones” militares en las últimas 48 horas.
De acuerdo con el balance del Reino Unido, importante aliado de Kiev, las tropas ucranianas “consiguieron penetrar la primera línea de las fuerzas rusas” en algunos sectores, mientras que en otros “el progreso es más lento”, informó la agencia de noticias Europa Press.
Al dar cuenta de la reacción de Rusia, Londres da cuenta de un “desempeño mixto”: si bien algunas unidades están efectuando “maniobras de respuesta fiables” otras “se retiraron, desordenadas” y se vieron obligadas a atravesar sus propios campos de minas.
Sobre la situación en el frente ubicado en el este del país, el portavoz del Comando del ejército ucraniano, Serguii Cherevati, informó este sábado en televisión que las tropas de ese país lograron avanzar 1.400 metros alrededor de la localidad de Bajmut después de que en mayo Rusia reivindicó su captura.
Por el contrario, el Kremlin aseguró haber repelido diez ataques de las fuerzas ucranianas en los frentes de Donetsk, en el este, y Zaporiyia, en el sur.
“Durante el día pasado, las Fuerzas Armadas de Ucrania continuaron los intentos fallidos de realizar operaciones ofensivas en las direcciones sur-Donetsk y Zaporiyia, así como en el área de la ciudad de Bajmut“, señaló el portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov.
La situación en el sur del país está afectada por las inundaciones que produjo la destrucción de la represa de Kajovka, de la que Kiev y Moscú se acusan mutuamente.
Sin embargo, las autoridades de ambos países coincidieron en afirmar hoy que el nivel del agua del río Dniéper, desbordado por el ataque, ya está comenzando a bajar.
Las autoridades designadas por el Kremlin estiman que el nivel del agua en la localidad de Nova Kajovka, en la orilla occidental del Dniéper y la población bajo control ruso más afectada por la destrucción de la presa, recuperará su nivel habitual a finales de la semana que viene.
El nivel del agua en la ciudad bajó tres metros en las últimas horas, hasta los siete metros de altura, en parte gracias a las operaciones de bombeo, según el gobernador de la parte de la región de Jerson bajo control ruso, Vladimir Saldo.
El dirigente añadió que, según los cálculos preliminares de la hidroeléctrica rusa RusHydro, “el cauce del Dniéper regresará a su curso habitual, por debajo de la central hidroeléctrica”, en torno al 16 de junio, según el mensaje publicado en su cuenta de Telegram.
Por su parte, el responsable de la Administración Militar de Ucrania en Jerson, Oleksandr Prokudin, también indicó que el agua está descendiendo en la parte de la región bajo control de su país, si bien avisó que el peligro todavía no terminó.
Según el último balance del Ministerio del Interior ucraniano, cinco personas murieron en esas inundaciones y 27 fueron declaradas desaparecidas en las zonas bajo control ucraniano. Las autoridades de ocupación rusas, por su parte, reportaron al menos ocho fallecidos.
Se evacuó a la población de ambas márgenes del Dniéper donde, según el recuento de Ucrania, hay 78 localidades inundadas, 14 de las cuales en territorio ocupado.
En su conferencia junto a Zelenski en Kiev, Trudeau indicó que la destrucción de la represa fue una “consecuencia directa” de la invasión rusa, aunque sin explicitar si el Kremlin fue el responsable.
“No tenemos ninguna duda de que la destrucción de la presa es una consecuencia directa de la decisión de Rusia de invadir el país“, añadió y anunció además una ayuda de 10 millones de dólares para apoyar a Ucrania a hacer frente a las consecuencias de la guerra y de 500 millones de dólares para armas y suministros militares.
También en el frente diplomático, Rusia prometió hoy represalias tras la decisión anunciada ayer por Islandia de cerrar su embajada en Moscú, convirtiéndose en el primer país en tomar una decisión de tal calibre desde que empezó la ofensiva rusa, en febrero de 2022.
“Todas las acciones antirrusas de Reikiavik suscitarán inevitablemente una respuesta”, dijo el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado, en el que acusa a Islandia de haber “arruinado” las relaciones entre ambos países.
Con información de Télam.-