La Justicia porteña cerró la causa por abuso sexual contra Rodrigo Eguillor, hijo de una fiscal y conocido mediáticamente como «el cheto de Banfield», luego de que las pericias psicológicas demostraron que es inimputablepor padecer trastorno de esquizofrenia paranoide.
La decisión fue tomada por el Tribunal Oral Criminal N°10, en el marco de la causa que se le seguía desde 2018 por abuso sexual con acceso carnal y privación ilegítima de la libertad. El proceso judicial contra el joven de 28 años estaba suspendido desde «incapacidad sobreviniente». Y a fines de marzo de 2021, el juez Noceti Áchaval ordenó la realización de una nueva junta médica conformada por un médico psiquiatra y por un psicólogo del Cuerpo Médico Forense, además del perito designado por la defensa.
El objetivo de la junta era determinar si Eguillor continuaba dentro de las previsiones del artículo 77 del Código Procesal Penal de la Nación. Esa norma estipula que si durante el proceso judicial «sobreviniere la incapacidad mental del imputado», el tribunal suspenderá la tramitación de la causa.
Ahora, el tribunal cerró las causas en donde estaba acusado de «abuso sexual agravado por el acceso carnal, privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas», además de lesiones leves dolosas agravadas por mediar violencia de género. Lo resolvió tras establecer -en base a conclusiones médicas- que Eguillor no puede afrontar un proceso penal, indicaron a Infobae fuentes judiciales.
Eguillor cumplía la domiciliaria en el Country Solar del Bosque, de la localidad de Canning, en el partido de Ezeiza, con la restricción -impuesta por el propio barrio cerrado- de que únicamente podía estar dentro del terreno de su casa, y no en áreas compartidas.
Pero en junio, luego de que el centro de salud determinara que no debía seguir internado y que podía continuar el tratamiento de manera ambulatoria, logró el beneficio de la prisión domiciliaria.
Hasta marzo de 2020, el acusado -a quien en un principio se lo había conocido como «el Cheto de Banfield»- estuvo detenido en el penal de Ezeiza. Luego, debido a un agravamiento de su condición psiquiátrica, fue derivado a la Clínica Avril, en Capital.
La acusación
Eguillor fue procesado y elevado a juicio oral por los delitos de abuso sexual con acceso carnal y privación ilegítima de la libertad. Según la investigación, el 15 de noviembre de 2018 se reunió con una joven de 22 años en un departamento de San Telmo. De acuerdo con el testimonio de la víctima, el hombre abusó sexualmente de ella y no la dejó irse del lugar.
La situación se viralizó a partir de un video donde se observaba a la chica pidiendo ayuda desde el balcón y a Eguillor agarrándola del cuello para meterla de nuevo a la vivienda.
Eguillor siguió ganando notoriedad primero con videos en los que se refería de manera despectiva a su víctima. Luego por amenazar al personal de la fiscalía que investigó el caso. Y finalmente, por el pedido que hizo cuando fue detenido, en diciembre de 2018: «¡Llamen a mi vieja!». Su madre es Paula Martínez Castro, fiscal de Lomas de Zamora.
En aquel momento, cuando se inició la causa por abuso sexual, un mes antes de que ordenaran su encarcelamiento, el barrio privado le prohibió la entrada. Pero ante la disposición del Tribunal Oral, que indicó que Eguillor debía estar a cargo de su madre, el directorio no pudo oponerse al ingreso.