«En este momento estamos poniendo a disposición 50 camionetas y 6.000 chalecos para la Policía de Mendoza. Hay que tener en cuenta que días atrás sumamos 45 autos y, anteriormente, otras 50 camionetas. Además, en los próximos días se incorporarán otras 25 camionetas más, con destino rural, para combatir el delito en la zona», aseguró el gobernador Rodolfo Suarez ante los medios de prensa.
El nuevo equipamiento, que fue presentado en la explanada de la Casa de Gobierno, está integrado por una flota de 50 camionetas Nissan Frontier y 6 mil chalecos, que serán distribuidos en las distintas distritales de la provincia.
Con la iniciativa se busca mantener a la fuerza policial equipada, capitalizada y protegida. Mientras que, con la compra de los nuevos chalecos, se confirma que al finalizar la gestión de Rodolfo Suarez cada miembro de la Policía tendrá uno propio.
«A partir de este momento toda la fuerza va a tener su chaleco en condiciones. Esta compra se suma a otra anterior que permite llegar a los 10.000 en este momento, logrando que cada efectivo policial tenga su herramienta de trabajo», explicó el Gobernador, y resaltó que «esto no es un tema menor, porque antes de comenzar el gobierno de Alfredo Cornejo había solamente 3.000 chalecos, muchos de ellos vencidos, que tenían que compartir entre los efectivos».
En tanto, las camionetas fueron equipadas con tecnología de última generación, que permite grabar cualquier operativo policial y en el caso de que haya personas aprehendidas, identificarlas rápidamente.
Los móviles cuentan con aire acondicionado, dirección asistida, cierre centralizado, espejos eléctricos y velocidad crucero. Además, poseen 6 airbag, ABS en las cuatro ruedas con distribución electrónica de frenado, control de estabilidad, control de tracción, asistente de ascenso en pendiente, cinturones de seguridad inerciales de tres puntos, delanteros y traseros, apoyacabezas delanteros y traseros y barras de protección laterales.
Por último, Suarez dejó en claro que «no se puede negar que hay un aumento con todo lo que tiene que ver con los delitos menores, algo que está directamente relacionado con la situación conflictiva económica que está viviendo el país. Pero lo que tiene que ver con homicidios, en Mendoza hemos logrado bajar los índices notablemente, tres casos cada 100.000, números similares al de los robos agravados».