Unas 97 ballenas piloto -también conocidas como «calderones»- fueron encontradas varadas en una playa del oeste de Australia y a pesar de los intensos esfuerzos de rescate, fallecieron en las costas.
Los animales estaban estancados desde el martes pasado en la playa Cheynes, a unos 400 kilómetros al sureste de la ciudad australiana de Perth.
Cincuenta y una de ellas murieron durante la noche del martes al miércoles.
Al notar que el tiempo de vida se les acababa a las ballenas sobrevivientes, unos 250 voluntarios se sumaron a 100 expertos en vida silvestre en una lucha en vano para salvar al resto de la manada durante la jornada del miércoles.
A pesar de los intentos por salvarlas, fallecieron las 97 ballenas.
«Voluntarios y todo el mundo intentaron llevarlas a aguas profundas, pero regresaban a la playa», dijo a la agencia de noticias AFP una portavoz del servicio de Parques y Medio Ambiente.
«En esa instancia, los veterinarios las revisaron y se decidió que por su bienestar tenían que ser eutanasiadas», agregó.
El responsable del operativo de rescate, Peter Hartley, agradeció a las personas que intentaron salvar a las ballenas por el «enorme esfuerzo» realizado en aguas a baja temperatura.
«Es probablemente una de las decisión más difíciles en mis 34 años de gestión de vida silvestre», afirmó este jueves a periodistas.
El fenómeno de ballenas pilotos que encallan en playas es común en Australia y Nueva Zelanda.
El pasado octubre, unas 500 ballenas piloto murieron tras quedarse varadas en las Islas Chatham, un archipiélago remoto de Nueva Zelanda.
Los científicos no pudieron explicar por qué se quedan varadas las ballenas, pero algunos investigadores apuntan que podría deberse a que las manadas acuden a alimentarse demasiado cerca de la orilla.
Fuente: Diario Popular