Mendoza continúa explorando su enorme potencial de cobre en Cerro Amarillo, la formación ubicada en Malargüe, luego de los trabajos previos de la reparación y apertura de caminos y de la puesta a punto de las plataformas en las que se ubicará el equipo perforador.
El proyecto contempla la exploración del terreno para evaluar sus características geofísicas y el potencial geológico de una zona que comparte formación con Chile, rico en pórfidos de cobre. Fue aprobado por la Legislatura provincial y prioriza la contratación de recursos y mano de obra locales.
Para presenciar los trabajos, a cargo de la minera de capitales nacionales Wincul SA, las autoridades del Ministerio de Energía y Ambiente, de la Dirección de Minería y del municipio, junto con inspectores de Policía Minera y la Dirección de Protección Ambiental, viajaron hasta el yacimiento, ubicado a 60 kilómetros de la ciudad cabecera de Malargüe.
«Se controla que todo el plan de inversiones se realice sobre las normativas vigentes. El plan es llegar a alrededor de 10 pozos en 2024, dependiendo de las condiciones del tiempo», enfatizó el subsecretario de Energía, Manuel Sánchez Bandini. Recordemos que se trata de una zona de altura y que las nevadas influyen en las tareas exploratorias.
«En este sitio, comienza su actividad la empresa de capitales nacionales, con mano de obra, empresas y servicios de Mendoza. Ya se han perforado aproximadamente 142 metros con resultados muy positivos y esperanzadores», dijo Jerónimo Shantal, a cargo de la Dirección de Minería.
«Estamos realizando los procesos de fiscalización y control y haremos lo mismo en El Burrero y Las Choicas», afirmó Leonardo Fernández, director de Protección Ambiental. Ambos son proyectos de cobre que obtuvieron aprobación legislativa el pasado diciembre.
«Hemos estado visitando los primeros pasos de este desarrollo en Cerro Amarillo, convencidos de que la minería es fundamental para el desarrollo de nuestro departamento y de la provincia de Mendoza», afirmó el intendente de Malargüe, Celso Jaque. «Anualmente salen más de 100 chicos con el título de técnico industrial minero y nuestra expectativa es que cada uno de estos jóvenes, tenga la posibilidad de aplicar estos conocimientos».
Un proyecto central para Mendoza
Ubicado a 60 kilómetros de la ciudad de Malargüe, Cerro Amarillo se encuentra a 3.100 metros sobre el nivel del mar, con frecuentes tormentas níveas en invierno y temperaturas bajas. Esto hace que la exploración pueda realizarse durante los meses de verano.
Los trabajos se realizan en el marco de la Ley 7722, ya que se usa el sistema de perforación de diamantina, ya utilizada con éxito en Hierro Indio. La metodología de perforación prevé la recirculación del 100% de efluentes líquidos, compuestos de agua y aditivos de perforación.
Una vez concluida la perforación, se procederá al sellado del pozo, que incluye el entubado en caso de detectarse agua subterránea y el cegado con estériles de la zona, además de una tapa de cemento con una identificación en la superficie.
Cada pozo quedará marcado en el terreno con un caño de PVC con tapa, que no sobresalga más de 30 centímetros del terreno. La zona quedará restaurada y los pozos serán detectables por técnicas de búsqueda mediante GPS.
Previamente, se realizaron tareas de reconocimiento, de reacondicionamiento de caminos, de recopilación de datos bibliográficos, trabajos geofísicos y muestreo geoquímico de superficie. A su vez, las coordenadas de los pozos optimizan la realización de caminos entre sus plataformas, minimizando el impacto por movimiento de suelo. Los sondajes tendrán una profundidad promedio de 350 metros y se enviarán muestras al laboratorio para conocer la potencialidad exacta de la formación.
Mendoza llevaba 20 años sin perforar en búsqueda de pórfidos de cobre, pese a que es una de las provincias con mayor potencial para trabajar con este mineral, clave en la transición energética.
Según un informe de la consultora Wood Mackenzie, la demanda de cobre se multiplicará por cinco en los próximos años por la fabricación de vehículos eléctricos, la transición del sector productivo de fuentes de energía fósil hacia las alternativas renovables o de menores emisiones de CO2, el almacenamiento energético y el aumento de la instalación de redes eléctricas.
Según datos oficiales de Nación, alrededor de 80% de la inversión minera queda en el país e impacta en las economías regionales de manera inmediata. Mendoza cuenta con la infraestructura y los proveedores de bienes y servicios como para generar una aceleración del desarrollo no solamente en la comunidad donde está el proyecto sino en toda la provincia.