El fin de semana pasado en España fue uno de los más trágicos en términos de violencia de género desde que se recopilan datos, con cuatro mujeres y dos niños de cinco y siete años víctimas mortales de tres crímenes a manos de su marido y padre, respectivamente.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, adelantó una reunión urgente para analizar las circunstancias que rodean cada caso.
«Es evidente que son casos terribles, inhumanos, que nos interpelan cada día», declaró la funcionaria. «Tenemos previsto celebrar un comité de crisis también para analizar las circunstancias que rodean a cada caso, si se han producido denuncias previas, órdenes de alejamiento, si la madre tenía protección y qué tipo de protección», agregó.
En algunos casos, las víctimas habían solicitado ayuda previamente pero no recibieron la protección necesaria a tiempo. Un caso particularmente alarmante da cuenta que un padre ya había sido sentenciado a prisión por violencia extrema contra su mujer e hijos. Un cuestionamiento es el tiempo que transcurre desde que el femicida es sentenciado hasta que efectivamente llega a la cárcel.
En Las Pedroñeras, una madre y sus hijos fueron asesinados a manos de su marido y padre, quien luego los metió en un baúl. En tanto, en Granada, una joven de 20 años y su madre también fueron asesinadas a manos de la expareja de la primera. El último caso se dio en Málaga, donde una mujer de 76 años falleció en manos de su marido.
«Esta lucha tiene que ser permanente y continua por parte de todas las instituciones y todos los partidos políticos para erradicar la violencia de género», dijo a su turno el delegado del gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.