odos los 29 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Corazón, con el objetivo de concientizar y promover la salud de este órgano. Y es que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte natural a nivel mundial y, en Argentina, representa un 30% de los decesos.
En la actualidad, no hay mucha conciencia de la importancia de cuidar al corazón, pero no porque uno no lo quiera cuidar, sino fundamentalmente porque muchos no saben cómo, y la manera de hacerlo es cuidando los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de morir.
Estos factores de riesgo son: la presión alta, el colesterol alto, el aumento de peso, la diabetes, el tabaquismo.
Una muerte silenciosa
En Argentina hay una muerte súbita cada 15 minutos. El 80% de este tipo de muertes ocurren a personas que no tuvieron síntomas previos. Es decir, que le ocurre a personas aparentemente sanas, de forma imprevista.
Los avatares de la vida de hoy llevan a que pocos se ocupen de los cuidados de su corazón, al respecto, el médico cardiólogo, Mario Fitz Maurice, director del Instituto de Arritmias Inadea (Mat. 83671), aseguró a El Sol que “la vida moderna implica desatención a la salud, implica estar inmersos en el trabajo, en el día a día, en las cuestiones momentáneas y no pensar en el cuidado de nuestra salud. Al no tener tiempo y no pensar lo que hacemos es comer alimentos ultraprocesados que verdaderamente hacen mucho daño y no solamente al corazón, a muchos otros órganos también”.
A la hora de dar cuenta de los factores que afectan al corazón, el profesional manifestó que son fundamentalmente genéticos y medioambientales.
“Dentro de los medioambientales el estilo de vida es clave y esto incluye la alimentación, el deporte, tener las horas de sueño adecuadas, el controlar la presión, el saber cuáles son los niveles de glucemia, de colesterol, el no fumar y el tomar las horas de recreación necesarias”, precisó.
Las afecciones que más riesgo de muerte súbita tienen son fundamentalmente el infarto en los mayores de 35 y las patologías congénitas en los menores de 35.
Y, según contó el especialista, se está detectando un incremento de infartos en personas antes de los 40 años cuando hasta hace un tiempo eran en personas mayores de 40 años.
“Esto es fundamentalmente debido al estilo de vida y a la mala alimentación que estamos viviendo en esta época tan acelerada y con poco tiempo para que podamos de alguna manera comer bien y cuidar nuestra salud”, expresó Maurice.