El abanderado de la oposición de Venezuela, Edmundo González Urrutia, viaja en estos momentos en un avión de las Fuerzas Aéreas españolas con destino a España, según confirmó el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
El titular de Exteriores informó que el viaje se realiza a petición del propio Edmundo González.
La salida de González Urrutia ocurre tras haber permanecido varios días refugiado en la Embajada de España en Caracas, donde solicitó asilo político ante las amenazas y persecución del régimen de Maduro.
“Confirmo que se fue a España”, dijo a la AFP el abogado de González Urrutia, José Vicente Haro, indicando que no podía hacer más comentarios.
Según una fuente cercana a la oposición, salió de Venezuela con su esposa, Mercedes.
Solicitud de asilo
El opositor partió a España a bordo de un avión de la Fuerza Aérea española, según explicó más tarde Albares, que dijo haber conversado con González Urrutia antes de su despegue.
“Le he vuelto a reiterar el compromiso del gobierno de España con los derechos políticos, la libertad de expresión y manifestación y la integridad física de todos los venezolanos”, indicó Albares.
La víspera, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, había calificado a González de “héroe a quien España no va a abandonar”, durante una reunión del Partido Socialista en Madrid.
El diplomático de 75 años, que estaba en la clandestinidad desde el 30 de julio, reivindica ser el vencedor de los comicios que, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), dieron por reelecto a Maduro.
La autoridad electoral no ha mostrado hasta la fecha el escrutinio detallado mesa por mesa como exige la ley, al argumentar un jaqueo a sus sistemas.
González, de 75 años, enfrentaba una investigación penal, impulsada por la fiscalía, en la que es señalado de varios delitos, incluidos los de “instigación a la desobediencia” y “conspiración”, relacionados con las protestas que sucedieron al día de votación.
Hace algunos días, un juez que lleva casos de terrorismo ordenó su aprehensión por petición de la fiscalía. El ex candidato presidencial había sido convocado a declarar tres veces, sin que acudiera en ninguna de ellas.
El opositor, quien se presentó a las elecciones como candidato de una coalición de partidos después de que la líder María Corina Machado fuese inhabilitada por la dictadura, cuestionó la investigación penal y acusó al fiscal general impuesto por Maduro, Tarek William Saab, de ser un “acusador político” que “condena por anticipado”.
Tanto González como Machado han denunciado repetidamente ser perseguidos por las fuerzas del régimen.
El ex diplomático se presentó en público por última vez el 29 de julio, un día después de la jornada de votación, en una de las protestas ciudadanas que sucedieron al anuncio oficial de los resultados que daban la victoria a Maduro sin mostrar las actas.
En una misiva entregada al fiscal general el 4 de septiembre por su defensa, González aseguró que no era su “responsabilidad la digitalización, resguardo y publicación de los ejemplares de actas de escrutinio que recibieron nuestros testigos en las mesas de votación”, como contempla la ley.
Asimismo, su abogado José Vicente Haro indicó que González estaba dispuesto a declarar, pero no compareció a las citaciones debido al “grado de indefensión en el que se encuentra, donde se le ha precalificado delito, donde se le están atribuyendo hechos que no revisten carácter penal como si fueran delito”.
La proclamación de Maduro, con el 52% de los votos, desencadenó protestas en todo el país que registran 27 muertos, 192 heridos y 2.400 detenidos, entre ellos más de un centenar de menores de edad, aunque 86 adolescentes ya han sido excarcelados bajo medidas cautelares.
El mandatario responsabiliza de la violencia a Machado, también en la clandestinidad, y a González Urrutia y ha pedido cárcel para ambos.
(Con información de EFE, AFP y The Associated Press)