Allí se dispuso la creación de este nuevo organismo descentralizado, con carácter temporario, que tendrá por objeto «articular, junto con las jurisdicciones de la Administración Pública Nacional correspondientes, la planificación, desarrollo y seguimiento de los programas especiales y grandes proyectos urbanos definidos como estratégicos por parte de la AABE».
Entre las funciones de la Unidad de Grandes Proyectos Urbanos se encuentra asesorar en la «elaboración de contratos, convenios y todo tipo de acuerdos o instrumentos necesarios para la organización y ejecución de Grandes Proyectos Urbanos» así como «coordinar el análisis de la normativa urbanística, ambiental y administrativa que posibilite el desarrollo de los Grandes Proyectos Urbanos». Es decir facilitar los negocios inmobiliarios.
Se plantea además que deberá «articular y dirigir, en coordinación con las jurisdicciones de la Administración Pública Nacional correspondientes según el ámbito de sus respectivas competencias, las acciones conducentes a la organización de la urbanización, la determinación de usos del suelo y la regularización dominial del gran proyecto urbano Barrio Padre Mugica» en el barrio porteño de Retiro así como también «desarrollar, implementar y ejecutar el Máster Plan de desarrollo urbano integral con impacto positivo en la edificación, energías renovables, espacios verdes y actividades económicas en el inmueble denominado ‘Ex Mercado de Hacienda’, como gran proyecto urbano», en Mataderos.
En este punto alienta la incorporación de financiamiento privado para «el desarrollo y expansión del inmueble denominado ‘Ex Mercado de Hacienda'».
En el artículo 4 de la medida se advierte que la Unidad de Grandes Proyectos Urbanos quedará disuelta a los dos años de su creación.
El desguace del Estado
El gobierno de Javier Milei busca hacer caja con la venta de algunos de los terrenos públicos más codiciados por el mercado inmobiliario. El objetivo de la Rosada es recaudar unos mil millones de dólares, y para eso está dispuesto a dilapidar incluso varios predios en poder de las Fuerzas Armadas, como el Campo Hípico militar y el Regimiento de Patricios. Así lo advirtió ayer Página/12 que señaló que «lo hará sin pasar por el Congreso, tal como lo hiciera en su momento Mauricio Macri».
Según pudo recoger ese medio, en el seno del Ejército «hay malestar» y una preocupación creciente ante la posibilidad de que tengan que desprenderse, forzosamente, del Campo Hípico militar y del Regimiento de Patricios, entre muchos otros terrenos estratégicos codiciados por el mercado inmobiliario. Todo parece indicar que, además, los remates se harán sin pasar por el Congreso, mediante una serie de decretos o un mega DNU, tal como lo hizo en su momento Macri, quien ostenta el récord de ser el presidente con más terrenos estatales enajenados.
Para ello Milei puso a trabajar en los detalles de la medida a Nicolas Pakgojz, un exfuncionario porteño de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta al que nombró en diciembre al frente de la AABE y a quien en el mundillo del “Real Estate” vinculan como lugarteniente de los intereses del empresario Eduardo Elzstain, el dueño del Hotel Libertador donde el Presidente vivió durante el tramo final de la campaña e incluso durante el primer mes de su mandato.
Mediante el DNU 636/2024 de julio pasado Milei otorgó a Pakgojz «plenas facultades para disponer, tramitar, aprobar y perfeccionar la venta de inmuebles del dominio privado del Estado Nacional».
Esa misma norma habilitó al Presidente vender los terrenos a su sola firma y agilizó los procesos de la AABE (que desde diciembre funciona bajo la órbita de la jefatura de Gabinete) para llevar a cabo el desguace.
En ese camino todos los ministerios y dependencias estatales recibieron en los últimos meses el pedido de la AABE de que se le informe sobre la cantidad total de inmuebles y terrenos que tienen a disposición, no sólo aquellos que están abandonados o en malas condiciones. Ese requerimiento lo recibieron también las Fuerzas Armadas, que gestionan las tierras más onerosas. Si bien no existe un inventario completo y actualizado, se estima que el Ejército tiene más de 1.500 inmuebles, la Armada unos 3.500 y que entre la Prefectura y Gendarmería suman otros 3.000.
Si bien las Fuerzas Armadas se llevarían la peor parte en este gran remate que prepara Milei, también están en la mira de los desarrolladores inmobiliarios buena parte de los terrenos ferroviarios y los que están en poder de las universidades nacionales, de algunos organismos como el INTI y hasta el predio de Tecnópolis.
Fuente: minutouno