Mientras miles de chilenos permanecen aislados o damnificados a causa de las lluvias torrenciales que se presentan desde el jueves pasado en el centro del país, el saldo de víctimas se eleve a dos muertos y seis desaparecidos. Además, la transitabilidad en las principales rutas del país está colapsada o cortada como consecuencia de las inundaciones o desprendimientos que han afectado las calzadas.
Además del Paso Cristo Redentor, el cruce Pehuenche también está intransitable debido a socavones en el camino del lado argentino, que también se vio afectado por las tormentas. Las imágenes muestran a la claras cómo el temporal ha impacto directamente en el pavimento. Por el momento, no hay fecha estimativa para la reapertura del paso en el Sur de Mendoza.
Las grietas son realmente preocupantes.
La situación también es consecuencia de los efectos del fenómeno de El Niño que, según los expertos, vuelve con una fuerza histórica y sin precedentes.
«Es un evento que uno podría esperar con más frecuencia producto del cambio climático porque está subiendo la isoterma cero, algunos hablan de 100, 200 metros, y por tanto está lloviendo en zonas donde antes nevaba», explicó Pablo Sarricolea, científico de la Universidad de Chile.
Según el profesor, es enteramente plausible que esté vinculado al inicio de El Niño pues «la temperatura en el Pacífico ecuatorial ya está marcando una tendencia hacia este fenómeno con una alta probabilidad de que afecte a este invierno».
«Pero no hay un único sospechoso, el fenómeno de El Niño podría ser uno, la variabilidad climática en su conjunto podría ser el número dos y el cambio climático habría que hacer una revisión, pero yo lo pondría como número tres», agregó.
En este contexto, científicos australianos y neocelandeses han advertido que afrontamos una situación fuera de lo común y que el hecho de que la temperatura de los océanos del Pacífico tropical está 0,8°C por encima del promedio, en comparación con eventos anteriores, hacen que junto a otras razones nos hallemos un «super niño».
De acuerdo con el balance entregado este domingo por la ministra chilena de Interior, Carolina Tohá, desde que se desatara el sistema frontal han muerto a causa de los efectos del mismo dos personas, seis más se encuentran desaparecidas mientras que se calcula que hay más de 8.000 personas aisladas en diferentes zonas del país.
Además, 1.578 han sido trasladadas a albergues y 3.383 han sufrido algún tipo de daño, al tiempo que 54 viviendas han quedado totalmente destruidas, 751 sufren daños mayores y 1.951 menor.
El agua erosionó el terreno.
«Pasamos una mejor noche», aunque la situación es aún crítica, en particular en la región central de El Maule, «donde está lo más complejo».
La ministra se refirió a la tragedia en la localidad de Licantén, imagen de la desolación, con vecinos atrapados en los tejados y completamente inundada.
Preocupa, asimismo, la situación en las carreteras, con tres puentes dañados en la ruta 5 Panamericana.
Fuente: El Sol