El aceite de oliva es conocido por ser uno de los alimentos más poderosos y beneficiosos para la salud. Rico en antioxidantes y grasas saludables, este elixir dorado puede transformar nuestra dieta y bienestar. Sin embargo, la manera en que almacenamos este preciado líquido puede marcar una gran diferencia en su calidad. Guardar el aceite de oliva en un lugar inadecuado puede echar a perder sus propiedades, degradando su sabor y beneficios nutricionales.
Errores comunes en el almacenamiento del aceite de oliva
Guardar el aceite de oliva cerca de fuentes de calor como la estufa, o en lugares expuestos a la luz como una ventana, es altamente perjudicial. La distribuidora norteamericana de aceites de oliva finos, Elizabeth Berger, explica que las fluctuaciones constantes de temperatura y la exposición a la luz pueden acelerar la oxidación del aceite, afectando negativamente tanto su sabor como sus propiedades nutricionales. “Queremos mantener el aceite en un lugar donde la temperatura sea constante”, explicó Berger en el prestigioso podcast sobre nutricion y salud ZOE. Y advierte: “Cerca de las hornallas o de la ventana la temperatura fluctúa mucho”.
Además de evitar fuentes de calor y luz, Berger recomienda usar envases adecuados para conservar el aceite de oliva. Lo ideal es una botella de vidrio oscuro, que protege el contenido de la luz y previene la oxidación. En cuanto al lugar de almacenamiento, sugiere guardar el aceite en un armario fresco, oscuro y con temperatura estable, como donde se guardan la sal y la pimienta.
Otra recomendación crucial brindada por Berger es el tipo de envase en el que se debe conservar el aceite de oliva. Según dijo, lo ideal es que la botella sea de vidrio oscuro, ya que este material protege el aceite de la luz que, de lo contrario, podría causar su oxidación.
El consumo en el tiempo adecuado
Un aspecto crucial para maximizar los beneficios del aceite de oliva es consumirlo dentro del tiempo adecuado. Berger destaca que los niveles de polifenoles, compuestos beneficiosos para la salud, son más altos justo después de la cosecha. Por ello, recomienda consumir el aceite dentro de los 18 meses posteriores a su recolección. Pasado este periodo, muchos nutrientes y beneficios para la salud comienzan a disminuir considerablemente. Esta práctica es común en las regiones mediterráneas, donde se consume el aceite de la cosecha anual más reciente para asegurar su frescura y calidad.
“Muchos de los nutrientes y beneficios para la salud comenzaron a reducir considerablemente después de ese período”, señaló.
Beneficios del aceite de oliva
El aceite de oliva extra virgen se obtiene directamente de la fruta del olivo, únicamente mediante procesos mecánicos. Selina Wang, investigadora de ciencias alimentarias en la Universidad de California Davis y ex directora de investigación del Olive Center de la escuela, subraya la importancia de los estándares de calidad sensorial que este aceite debe cumplir, como no presentar olores ni sabores a moho o rancio, señales de que los compuestos beneficiosos se han degradado.
Los fenoles presentes en el aceite de oliva extra virgen, como los secoiridoides y sus derivados naturales – oleocanthal, oleacein, oleuropein aglycone, entre otros- son antioxidantes capaces de proteger las células del cuerpo contra moléculas dañinas. Además, poseen propiedades antimicrobianas, que los hacen aún más valiosos para la salud.
Mary Flynn, investigadora de nutrición y fundadora de la Olive Oil Health Initiative en la Universidad de Brown, enfatiza que los nutrientes del aceite de oliva extra virgen tienen efectos beneficiosos sobre numerosas condiciones de salud, incluyendo enfermedades cardíacas y diabetes. Según Flynn, “no hay alimento ni medicina que pueda hacer lo que el aceite de oliva puede hacer”.
- Enfermedades cardíacas: durante un estudio de diez años con más de 12.000 personas en España, se descubrió que el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares era la mitad en aquellos que consumían una cucharada y media de aceite de oliva extra virgen diariamente.
- Cáncer de mama: en un estudio donde 4.000 mujeres en España fueron asignadas aleatoriamente a seguir una forma de dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva extra virgen, las que consumieron el aceite notificaron las tasas más bajas de cáncer de mama durante el periodo de estudio de cinco años.
- Diabetes: varios ensayos clínicos aleatorizados han documentado la capacidad del aceite para disminuir la glucosa en sangre, atribuyendo este efecto a la reducción del daño a las células productoras de insulina en el páncreas.
- Deterioro cognitivo: investigaciones en ratones y un pequeño ensayo clínico en personas con deterioro cognitivo leve han vinculado el consumo de aceite de oliva extra virgen con la eliminación de algunas placas amiloides y una mejora en la función cognitiva.
El aceite de oliva no solo es un alimento esencial en la dieta mediterránea por su perfil nutricional, sino también por sus extensos beneficios para la salud, corroborados por la investigación científica. Su capacidad para combatir enfermedades y mejorar la calidad de vida lo convierte en un verdadero oro líquido en la cocina saludable.
Fuente: Infobae