Tras el brutal ataque de Hamas a Israel, Gaza está siendo bombardeada día y noche. Poco más de dos millones de palestinos viven en el territorio controlado por el grupo islámico radical responsable de la muerte de más de 1000 israelíes el fin de semana en una ofensiva que marcó un antes y un después en la historia de Medio Oriente.
En la ciudad no hay luz y escasea el agua potable, las medicinas y los alimentos. Miles de personas huyen hacia las fronteras del enclave, en especial hacia el sur, en el límite con Egipto, para escapar de las bombas.
Ameera Harouda está escondida en algún lugar de Gaza. Es periodista «freelance». Su teléfono permanece mudo durante horas, pero cuando logra tener una ventana de comunicación envía a TN varios mensajes de audio vía whatsapp.
«Lo más importante de esta situación es que (el bombardeo israelí) no distingue blancos para atacar. Antes las bombas caían en sedes militares, policiales, pero ahora…». Su relato se interrumpe por una fuerte explosión. Enseguida, llega otro mensaje: «Creo que lo oíste. Están bombardeando en todos lados».
No será el primer estallido que se escuche en sus varios mensajes de audio.
La difícil situación de los civiles palestinos que viven en la Franja de Gaza
El ataque de Hamas fue brutal y tuvo como objetivo sembrar el terror en la población civil israelí. Más de un millar de personas fueron asesinadas. Otras 130 fueron secuestradas y enviadas a Gaza, muchas de ellas familias con niños pequeños. El gobierno de Benjamin Netanyahu comparó la acción con los métodos del Estado Islámico. La represalia fue inmediata. Desde el sábado no dejan de caer las bombas en la Franja de Gaza en un ataque dirigido contra «el nido terrorista» de Gaza, el corazón de la estructura militar y política de Hamas.
Los muertos en la Franja ya se cuentan por cientos. También hay numerosos niños. La guerra no distingue edades ni víctimas.
Dos niños heridos tras un bombardeo israelí en Gaza (Foto: AFP)
En sus varios mensajes de audio, Harouda dijo que «más de 200 000 personas están sin hogar. Estamos hablando de muchas áreas residenciales completamente destruidas. Israel no dio una advertencia para evacuar. Comenzaron a bombardear y la gente tuvo que huir de sus casas», aseguró.
«No hay electricidad. Solo hay durante una o dos horas en algunos lugares. No se pueden hacer llamadas. El servicio de agua potable está muy dañado. La ONU dijo hace poco que Gaza vivía una crisis humanitaria. Ahora todo es peor», apuntó.
Hoy, la guerra amenaza con desembocar en una ofensiva terrestre israelí. Más de 300 000 reservistas fueron convocados, el mayor número desde la guerra de Yom Kippur de 1973, que enfrentó a Israel contra Egipto y Siria. El conflicto solo puede empeorar la situación de los civiles palestinos. Son poco más de dos millones de personas hacinadas en apenas 365 km².
«Gaza ha sido bloqueada por 16 años. El sector sanitario enfrenta muchos problemas. No hay recursos, no hay equipos, no hay medicinas para ayudar a los heridos. Además, la situación está empeorando para la gente que trata de conseguir alimentos o lo que necesita. No hay comida, leche, medicinas, nada. También está cerrado el paso de Rafah, en la frontera con Egipto. Entonces, Gaza está completamente aislada del mundo. Es difícil salir o conseguir algo porque si te tienes que mover de un lugar a otro pones en riesgo tu vida», dijo Harouda.
Ameera Harouda, en Gaza (Foto: cortesía Ameera Harouda)
Frente a ese panorama, «muchas familias tratan de escapar a la frontera para salvar sus vidas. Otros eligen refugiarse en las escuelas de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA). O buscan refugio en hospitales para protegerse de las bombas», señaló.
«Aún no ha pasado lo peor»
El escritor, periodista y activista palestino Ahmed Abu Artema, impulsor de la denominada «Gran Marcha de Retorno» que en 2018 desembocó en fuertes enfrentamientos en la frontera entre Gaza e Israel, dijo a TN que la situación en la Franja «es horrible».
«Aún no ha pasado lo peor», resumió.
Tras el brutal ataque de Hamas, los bombardeos israelíes contra Gaza causaron fuertes daños y víctimas (Foto: EFE)
Artema acusó a Israel de atacar a la población civil. «Están bombardeando muchos distritos. La gente estaba durmiendo en sus casas. Están matando a inocentes, a mujeres, niños», afirmó.
La comunicación es difícil. Se realiza a través de mensajes de audio. El activista palestino tiene una posición bien definida en el conflicto y no menciona a Hamas, a pesar de la brutalidad del ataque contra civiles israelíes.
«Gaza sufre un genocidio. Esto es un crimen de guerra, un castigo colectivo. En tres días mataron a por lo menos 850 civiles», afirmó. Del otro lado de la frontera, las víctimas civiles superaron un millar el sábado.
«Los israelíes están destrozando barrios enteros. No están atacando a los milicianos, están matando civiles. Los palestinos seguimos resistiendo. Desgraciadamente, estamos solos», concluyó.
Los muertos se lloran a ambos lados de la frontera desde hace años. No solo desde el sábado. Bombardeos, atentados con bombas, bloqueos, ataques armados individuales, incursiones armadas colectivas, terrorismo, todo forma parte de las acusaciones cruzadas, de odios extremos. En el medio se cuentan las víctimas civiles por miles en ambos lados del vallado fronterizo.
Fuente: TN