El blanqueo resultó más exitoso de lo que esperaban analistas y el propio Gobierno en la previa. Los más de USD 14.000 millones que entraron en efectivo al sistema bancario marcaron un importante hito para la gestión de Javier Milei, reflejando un salto favorable en la confianza de muchos inversores que optaron por participar del sinceramiento.
La decisión oficial es no establecer una nueva prórroga, por lo que hoy formalmente hoy vencen los plazos para acogerse a la primera etapa del plan. La reducción significativa de los montos blanqueados en efectivo ya en las últimas semanas no harían necesario un nuevo plazo para adherirse.
Además de la cantidad de dólares ingresados en efectivo, otro dato favorable es que el retiro de los bancos de moneda extranjera fue muy bajo. Esto significa que cerca de un 90% de la gente que depositó dólares en los bancos optó por mantenerlos dentro del sistema financiero en vez de llevárselo de vuelta a la caja de seguridad o al colchón.
Seguramente en las próximas horas se informará el saldo final del blanqueo. Esto incluye el dinero en efectivo pero también otros activos como inmuebles o cuentas en el exterior.
Se espera que la cifra obviamente supere ampliamente el volumen que ingresó en efectivo en el sistema financiero. Cálculos previos indicaban que el blanqueo total podría sumar activos por unos USD 40.000 millones, aunque la incógnita se develará en las próximas horas.
Los depósitos bancarios en dólares superaron a partir del blanqueo los USD 30.000 millones, volviendo a los picos que se habían registrado en el mejor momento de la administración de Mauricio Macri, a principios de 2018. Luego se estancaron tras la crisis cambiaria y con la victoria de Alberto Fernández en 2019 sufrieron una fuerte caída, que los llevó a menos de USD 15.000 millones.
Este repunte de los depósitos en moneda extranjera es al menos en parte responsable de la caída del riesgo país de las últimas semanas, perforando los 1.000 puntos básicos tras haberse ubicado en 1.500 a mediados de año.
Sucede que parte de los dólares que entraron al sistema terminaron comprando bonos, que era una de las opciones que se habilitaron en el menú para no pagar la multa del 5%.
La mejora de los títulos arrancó en el mercado local y más tarde se plegaron inversores del exterior, que lentamente van recuperando la confianza en la Argentina aunque hay queda mucho camino por recorrer.
Al mismo tiempo, parte de los dólares que ingresaron al sistema también son adquiridos por el Central, en un mes donde estacionalmente se esperaban ventas por montos significativos. Sin embargo, hasta ayer (faltando un solo día para que finalice octubre), las compras ya superan levemente los USD 1.500 millones.
Es esperable que en noviembre se mantenga un ritmo parecido, ya que gradualmente los depósitos se prestan al sector privado, que acude al Banco Central para hacerse de pesos. Este proceso es lo que permite que el BCRA acumule reservas netas, algo que estaba fuera de los cálculos que se habían hecho incluso con el propio FMI.
Ahora la incógnita es si los depósitos en dólares seguirán creciendo aún sin blanqueo. Lo más probable es que por algún tiempo se estanquen o incluso que muestren una leve caída, producto de algunos retiros de inversores que blanquearon menos de USD 100.000 y que por lo tanto tienen plena disponibilidad de esos fondos.
En el mejor momento del blanqueo en septiembre, llegaron a ingresar al sistema hasta USD 1.500 millones diarios. Ahora la cifra cayó sustancialmente y se registraron montos menores incluso en las últimas jornadas, lo que habría llevado a la decisión de Luis Caputo de no volver a prorrogarlo.
Fuente: Infobae