Los incendios que han arrasado Maui, en Hawaii, dejaron un rastro de destrucción y causaron la pérdida de al menos 55 vidas humanas, una cifra que las autoridades temen que aumente a medida que los equipos de rescate busquen entre los escombros humeantes.
La hermosa ciudad turística de Lahaina es ahora un paisaje de ruinas y destrucción. En tanto, las autoridades locales comienzan a evaluar los daños y a trazar un plan de reconstrucción que requerirá no solo años, sino también miles de millones de dólares.
Las llamas, avivadas por la sequía, la acumulación de combustible y vientos despiadados que alcanzaron velocidades de hasta 100 km/h, consumieron una parte significativa de la histórica ciudad de Lahaina, que en el pasado había sido capital del Reino de Hawaii. El gobernador de Hawaii, Josh Green, describió el desastre como el peor en la historia del estado, dejando a miles de personas sin hogar y reduciendo hasta 1.000 edificios a cenizas.
«La reconstrucción de Lahaina llevará años», declaró el Gobernador Green en una conferencia de prensa, mientras las autoridades delineaban un plan para brindar refugio a los desplazados en hoteles y alquileres turísticos. «Será una nueva Lahaina que Maui construirá con sus propios valores y resiliencia», agregó, destacando el fuerte vínculo de la comunidad con su tierra y su determinación para recuperarse.
El incendio devastador, que comenzó el martes, se propagó rápidamente desde las áreas periféricas de la ciudad, barriendo consigo una parte de la rica historia y patrimonio de Lahaina. Los bomberos continúan luchando contra otros incendios en la isla, también alimentados por las mismas condiciones climáticas adversas.
La solidaridad y el apoyo han comenzado a fluir hacia Maui. Equipos de búsqueda y rescate, incluyendo perros rastreadores de cadáveres provenientes de California y Washington, han llegado para ayudar a buscar entre los escombros en busca de posibles víctimas. El jefe de policía de Maui, John Pelletier, enfatizó la urgencia de recuperar los restos que aún no han sido hallados, llamando a Lahaina «tierra sagrada» en este momento.
La devastación provocó la evacuación de miles de residentes y turistas de la parte occidental de Maui, una región que normalmente alberga a unos 166,000 habitantes anualmente. Algunos encontraron refugio en otras partes de la isla o en la vecina Oahu, mientras que otros acamparon en el aeropuerto de Kahului, a la espera de vuelos de regreso a sus hogares. En medio del caos, se presenció a algunas personas huyendo de las llamas saltando al océano Pacífico en un intento desesperado por salvar sus vidas.
El incendio de Lahaina, según informes del condado de Maui, se encuentra contenido en un 80%, mientras que el incendio de Pulehu, ubicado a unos 30 kilómetros al este de Lahaina, está bajo control en un 70%. Las autoridades aún no han proporcionado una estimación para el incendio de Upcountry, en el centro oriental de la isla.