Continúa escribiendo aquí…Un reciente estudio realizado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dejó en evidencia el resurgimiento de una enfermedad que afectó a la humanidad durante milenios: la lepra. En la última década, los casos notificados se multiplicaron en los estados del sureste al punto de volverse endémica.
Una «carta de investigación» divulgada en la edición de agosto de una revista gubernamental de los EE. UU., ha generado preocupación entre los floridanos, especialmente aquellos que residen en la zona central del estado, donde se concentró casi el 20% de todos los nuevos casos de lepra reportados en 2020 en todo el país, sumando un total de 159.
El informe, realizado por los investigadores Aashni Bhukhan, Charles Dunn y Rajiv Nathoo, destaca una mayor incidencia de casos de lepra que carecen de los factores de riesgo tradicionales, lo que sugiere que la enfermedad «se ha vuelto endémica en el sureste de los Estados Unidos».
La lepra, una enfermedad infecciosa crónica causada por el bacilo Mycobacterium leprae, afecta principalmente la piel y el sistema nervioso periférico, y se contagia de persona a persona principalmente a través de la exposición prolongada a gotitas de la respiración, según indican los resultados de la investigación.
«Históricamente, la lepra ha sido poco común en los Estados Unidos. La incidencia alcanzó su punto máximo alrededor de 1983 y se produjo una reducción drástica en el número anual de casos documentados desde la década de 1980 hasta el 2000», dicen los investigadores.
Sin embargo, en los últimos diez años, la incidencia ha comenzado a aumentar nuevamente, lo que ha llamado la atención de la comunidad médica.
Un aspecto destacable es la disminución de casos en los que el paciente es una persona nacida en un país extranjero con alta incidencia de lepra, así como los casos relacionados con factores de riesgo, como el contacto con animales portadores de la enfermedad, como cierto tipo de armadillos, conocida también como la Enfermedad de Hansen.
Como ejemplo, los investigadores presentaron el caso de un hombre de 54 años al que se le diagnosticó lepra y recibió tratamiento para la enfermedad. «El paciente negó cualquier viaje nacional o extranjero, exposición a armadillos, contacto prolongado con inmigrantes de países endémicos de lepra o conexiones con alguien que se sabe que tiene lepra. Ha residido en el centro de Florida toda su vida, trabaja en jardinería y pasa largos períodos de tiempo al aire libre», señalan.