Iael Laham se postuló en un programa para terminar los últimos 3 años del secundario en Israel y salió seleccionada. Viajó al país y vivió en un internado. Cuando terminó decidió quedarse y entrar en el ejército israelí y ahora defiende al país.
De jueves a domingo Iael es parte del batallón de comunicación al norte de Israel y trabaja en el taller mecánico, donde se reparan los vehículos y aparatos como generadores que van a los enfrentamientos contra Hamas. También es parte de los ejercicios de simulación.
«Al ser soldada solitaria me dan vivienda, comida y sueldo, se puede ahorrar, no hay inflación como allá», dijo en una entrevista con El Tribuno.
Laham contó que su mamá, Valeria le decía que «iba a terminar en Israel y en el Ejército» y ella se negaba. La joven vivió hasta los 15 años con su mamá y su abuela en Salta.
Iael Laham quería conocer sus raíces en Israel
«Yo quería conocer Israel, son mis raíces», contó y luego explicó que los primeros años lejos de su casa no fueron fáciles. «Al principio fue como que vivís en una película, no te das cuenta, estás en otro país con gente de todo el mundo. El segundo y tercer año, cuando vas para Salta y volvés a Israel, extrañás un montón y te das cuenta de que no tenés las comodidades de tu casa, como la comida», dijo.
Durante los 3 años que estuvo aprendió portugués por convivir con brasileños y el hebreo por observar. «Nunca me puse a estudiar en serio hebreo, aprendí escuchando. Ahora ya sé 4 idiomas porque también sé inglés», indicó.
Además, vivió su primera experiencia de cerca de los conflictos bélicos que tienen vieja data en Medio Oriente. «Hubo un conflicto entre Hamas e Israel, estaba en el internado, sonaron las sirenas y cayó una bomba muy al lado del internado. Es muy traumático, son cosas para las que los argentinos no estamos preparados, los israelitas sí, ellos crecen con la idea de que están en un país en guerra, de que van a ir al Ejército», recordó.
«Mi mamá ve muchas noticias que por ahí no son verdad. Por ejemplo, que están tirando bombas en el norte y yo estoy ahí, y no pasa nada», explicó.
Contó además cómo fue el día en que se declaró la guerra entre Israel y Hamas: «A las 7.30 comenzó la guerra y a las 10 me avisaron que tenía que volver a la base. Era sábado y no había colectivos ni nada, entonces era todo un problema volver hasta el norte sin colectivo, tenía la sensación de «qué hago ahora»».
Cuando las noticias llegaron, su mamá la llamó llorando desde Salta. «Yo le dije que se quedara tranquila, siempre hay que contener, también contar la verdad de lo que pasa, mi mamá ve muchas noticias que por ahí no son verdad. Por ejemplo, que están tirando bombas en el norte y yo estoy acá y no pasa nada», indicó.
A Iael le quedan cuatro meses para terminar el período obligatorio en el Ejército, pero aclaró que se quedará.
Fuente: minutouno