El Banco Central decidió este jueves dejar sin efecto el tope de tasa que los bancos cobran a los clientes para refinanciar sus saldos impagos de las tarjetas de crédito.
La medida, que en la jerga se llama «revolving», afecta a los saldos de hasta 200 mil pesos, por lo que desde junio cada entidad podrá cobrar lo que quiera, según lo estableció la comunicación «A» 8026.
Hasta el momento, regía el tope nominal anual del 122%, establecido por el Banco Central durante la gestión de Alberto Fernández. Pero con la decisión de la autoridad monetaria, ya no estará vigente.
En caso de superarse el monto de los 200 mil pesos, el costo máximo que cobra cada banco estaba fijado por la tasa de interés de las líneas personales. En concreto, es una operación que toma el valor del mes anterior y se multiplicaba por 1,25
Como el Banco Central comenzó a bajar la tasa de referencia, los bancos ya habían empezado a aplicar costos más bajos a los clientes que hacían el pago mínimo o un pago parcial en el resumen de sus tarjetas de crédito.