La ortiga es una planta que es reconocida a lo largo de la historia tanto por sus propiedades curativas como por su capacidad para provocar reacciones en la piel. Aunque muchos la conocen por su fama de causar inflamación, especialmente al entrar en contacto con la piel, y nadie la quiere ver en el campo, en la medicina natural esta planta es muy valorada.
De hecho, tiene múltiples aplicaciones que van desde aliviar dolores articulares hasta mejorar la circulación sanguínea por la gran cantidad de hierro que posee, incluso más que la espinaca. Además, aunque parezca increíble, tiene más vitamina C que las naranjas.
La ortiga pertenece al género Urtica y es una planta herbácea que puede alcanzar hasta 1.5 metros de altura. Tiene un tallo cuadrangular y hojas grandes con bordes aserrados, que pueden llegar a medir hasta 12 cm de largo. Produce flores pequeñas de color amarillo verdoso entre agosto y noviembre y su fruto es un aquenio, una semilla pequeña y ovalada.
Esta planta es comúnmente encontrada en suelos húmedos y ricos en nitrógeno, lo que la hace crecer en diversas regiones del mundo, desde las zonas altas de Asia hasta América Latina y Europa. Su presencia es destacada en áreas como la península ibérica, Japón y las montañas de los Andes.
Cuáles son los beneficios de la ortiga para la salud
Uno de los principales beneficios de la ortiga radica en su capacidad para mejorar la circulación. Su contenido de flavonoides y otros compuestos antioxidantes ayuda a mantener un sistema cardiovascular saludable, reduciendo la inflamación y protegiendo las células del daño oxidativo.
Esto no solo mejora el flujo sanguíneo, sino que también tiene un impacto positivo en la presión arterial, ayudando a reducir los niveles de azúcar y evitando la formación de coágulos.
Además, la ortiga contiene ácido fórmico y otros compuestos activos que tienen propiedades antiinflamatorias y diuréticas. Esto la convierte en un remedio natural efectivo para aliviar afecciones como la artritis, la gota y la retención de líquidos.
Se utilizó tradicionalmente para tratar dolencias articulares y para mejorar la función renal, ya que favorece la eliminación de toxinas del cuerpo. Su efecto antioxidante contribuye a la protección del sistema digestivo, mientras que sus propiedades antiinflamatorias pueden aliviar la irritación de las mucosas digestivas.
Cómo preparar la ortiga para consumir
Hay que ingerir la ortiga con precaución, debido a la presencia de componentes que pueden causar reacciones adversas si no se maneja correctamente. Por esta razón, es fundamental utilizar la planta en su forma seca, ya que las hojas frescas pueden causar irritación en la piel debido a su contenido de ácido fórmico.
Una de las formas más comunes y fáciles de utilizar la ortiga es en infusión. Para preparar esta bebida, se deben tomar hojas secas, las cuales se sumergen en agua caliente y se dejan reposar por unos minutos.
Se recomienda tomar de dos a tres tazas al día para aprovechar sus propiedades beneficiosas para la circulación y la salud digestiva. El té de ortiga también se puede utilizar para combatir los resfriados y mejorar las afecciones respiratorias.
Contraindicaciones y Precauciones
A pesar de sus numerosos beneficios, la ortiga no es adecuada para todos. Su uso debe ser moderado y siempre bajo la supervisión de un especialista, especialmente para personas con ciertos problemas de salud.
Aquellos con antecedentes de enfermedades renales o que sufren de retención de líquidos deben evitar el consumo excesivo de ortiga, ya que su efecto diurético puede empeorar estas condiciones.
Las personas que padecen hipertensión o que están tomando medicamentos para controlar la presión arterial deben tener precaución, ya que la ortiga puede interferir con estos tratamientos. También se recomienda evitar su uso durante el embarazo y la lactancia debido a la falta de estudios que demuestren su seguridad en estas etapas.
Si bien las reacciones alérgicas a la ortiga no son comunes, es posible que algunas personas experimenten irritación en la piel si manipulan las hojas frescas. Por lo tanto, es importante tener cuidado al manejar la planta en su estado natural.
Fuente: TN