Hay frutas dulces, como la cereza o la manzana roja. Hay semidulces como la pera o la uva. También ácidas, como la guayaba o la frambuesa y semiácidas, como las ciruelas, los tomates y la mandarina. El universo de las frutas es muy diverso.
Hoy es el Día Mundial de la Alimentación, y un estudio publicado en la revista Foods sugirió que las frutas que se consideran “comerciales de alto rendimiento” hoy son menos nutritivas en comparación con hace 60 años, y entre las razones figuran desde los modos de producción hasta el cambio climático.
Los investigadores postularon que durante los últimos 50 a 70 años, frutas como las manzanas, naranjas, mangos, guayabas, plátanos y fresas han perdido una considerable cantidad de densidad nutricional.
La investigación, que fue realizada por científicos de la India, partió de considerar que en la actualidad más de dos mil millones de personas padecen insuficiencia de micronutrientes, especialmente yodo, hierro, folato, vitamina A y zinc.
“Desde la década de 1940, el rendimiento de los cultivos y la disponibilidad per cápita de alimentos no han dejado de aumentar debido a las técnicas agrícolas intensivas, la fertilización artificial, los plaguicidas, el riego, el cultivo de variedades de alto rendimiento y otros medios ambientales”, escribieron.
Mientras tanto, “la malnutrición tiende a aumentar sin cesar debido a la alteración del fino equilibrio de la vida del suelo y la disminución de la densidad nutricional y la calidad de los cultivos alimentarios”, agregaron.
Por qué la FAO llamó la atención por la diversidad de los alimentos
Con motivo del Día Mundial de la Alimentación 2024, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aclaró que “debería haber una mayor diversidad de alimentos nutritivos disponibles en los campos, las redes de pesca, los mercados y en las mesas, “para beneficio de todos”.
Sin embargo, alrededor de 2.800 millones de personas en el mundo no pueden permitirse una dieta saludable.
Las dietas no saludables son la causa principal de todas las formas de malnutrición: desnutrición, carencia de micronutrientes y obesidad, que ahora existen en la mayoría de los países y afectan a todas las clases socioeconómicas. “Demasiadas personas sufren de hambre y no pueden permitirse una dieta saludable”, aclaró la FAO.
Cuáles son las razones del impacto sobre las frutas
Los investigadores de la India comentaron que hay una preocupación global por la disminución en la calidad nutricional de los alimentos en las últimas décadas. Puntualizaron las causas principales detrás del cambio:
- Prácticas agrícolas intensivas: La adopción de técnicas agrícolas modernas y de alto rendimiento ha priorizado el aumento de la producción a expensas de la calidad nutricional. Esto incluye el uso de variedades de alto rendimiento que, aunque aumentan la cantidad de cosecha, frecuentemente presentan un menor contenido de nutrientes debido a un efecto de dilución.
- Cambio climático y aumento del dióxido de carbono: El incremento del dióxido de carbono en la atmósfera puede estimular el crecimiento de las plantas, pero al mismo tiempo reducir la concentración de nutrientes esenciales en los cultivos.
- Uso excesivo de agroquímicos: La utilización desmesurada de fertilizantes químicos y pesticidas tiene un impacto negativo en la biodiversidad del suelo y en la calidad organoléptica y nutricional de las frutas, lo que puede afectar la absorción de nutrientes por las plantas.
- Degradación del suelo: La calidad del suelo se ha visto comprometida por la erosión, pérdida de materia orgánica, estructura del suelo y vida microbiana, factores que son vitales para nutrir adecuadamente los cultivos.
- Prácticas poscosecha y almacenamiento: Las frutas a menudo sufren una pérdida de nutrientes durante la manipulación y almacenamiento posteriores a la cosecha. Procesos como el almacenamiento prolongado, las temperaturas inadecuadas y el transporte contribuyen a esta degradación.
Además, advirtieron que “los cultivos ricos en nutrientes, como el mijo, frutas y verduras convencionales, han sido desplazados debido a su menor competitividad económica frente a grandes productos como el trigo y el arroz, impactando la salud de las poblaciones en países subdesarrollados”.
Precisaron ejemplos: el contenido de hierro en las bananas disminuyó un 55.7%. También bajó un 85% en el pomelo o toronja, un 75% en naranjas y un 62% en fresas, según detalló el grupo liderado por Latika Vyas, de la Universidad de Tecnología y Agricultura Maharana Pratap.
Además, la vitamina A en algunas frutas como los plátanos y las guayabas también ha disminuido notablemente. Esta reducción en nutrientes se atribuye a factores como el uso excesivo de variedades de alto rendimiento y técnicas agrícolas intensivas, que priman la cantidad sobre la calidad nutricional, comentaron.
Para hacer el trabajo, los investigadores evaluaron 200 estudios estrechamente relacionados para concluir su tarea. Además, realizaron un trabajo de campo entre 2017 y 2021: entrevistaron a 1.500 agricultores para comprender los cambios en hábitos alimenticios, patrones nutricionales y cualidades de los alimentos.
Los resultados del estudio indican que ha habido un agotamiento significativo de nutrientes en los alimentos durante el último siglo, con tasas de dilución que se aceleraron tras la llamada Revolución verde, que consistió en un conjunto de iniciativas agrícolas implementadas entre las décadas de 1940 y 1960 que introdujeron variedades de cultivos de alto rendimiento, junto con el uso intensivo de fertilizantes, pesticidas y técnicas de riego, para aumentar la producción agrícola mundial.
“Los alimentos tradicionales están perdiendo popularidad, pero son fundamentales para ofrecer una dieta diversificada y rica en minerales, vitaminas y otros nutrientes esenciales”, afirmaron.
Consideraron que hay una “necesidad urgente de desarrollar estrategias de manejo que mantengan la densidad nutricional de los alimentos” para asegurar la salud de las futuras generaciones, y propusieron estas recomendaciones:
- Revitalización de alimentos tradicionales, como mijo y ciertos frutos y vegetales, debido a que su rico contenido nutricional puede mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de las poblaciones.
- Manejo integrado de nutrientes del suelo: Se promueve el uso de prácticas agrícolas que mejoran la fertilidad del suelo, como la fertilización orgánica, la rotación de cultivos, y el uso de cultivos de cobertura biodiversos.
- Adopción de la agricultura orgánica: Baja el uso de agroquímicos y aumenta el contenido de vitaminas, minerales y compuestos fenólicos.
- Mejora del ecosistema del suelo y la biodiversidad: especialmente a través de la promoción de microorganismos beneficiosos, puede aumentar la disponibilidad de nutrientes para las plantas.
- Uso de cultivos biofortificados: esta estrategia es vista como una forma sostenible de combatir la malnutrición oculta al incrementar el contenido de vitaminas y minerales en las partes comestibles de los cultivos.
- Mejora de prácticas de manejo postcosecha y valor agregado: incluyen el almacenamiento y procesamiento correctos de frutas y verduras para mantener la calidad y el valor nutricional de los productos frescos
Fuente: Infobae