Un brutal hecho de violencia sacudió la noche de este domingo al departamento de Guaymallén cuando Isaías Benjamín Rivas, un niño de 10 años, perdió la vida tras recibir un disparo de arma de fuego en el tórax mientras se encontraba en la vía pública, en la intersección de las calles Ferrari y Mortaro.
El caso podría estar relacionado por conflictos por la venta de droga, ya que el sospechoso del hecho, que fue capturado durante la madrugada, tiene antecedentes por este tema y, además, así lo declararon algunos testigos a los primeros policías que llevaron al teatro del hecho.
Según el testimonio de su madre, Brenda Estefanía Rivas (27), el menor fue alcanzado por disparos efectuados desde un vehículo gris que pasó por el lugar cerca de las 23.20. La víctima fue trasladada inicialmente al Micro Hospital Puente de Hierro, donde una médica constató una herida de arma de fuego con orificio de entrada y salida en el tórax costado izquierdo.
Dada la gravedad de las lesiones, el niño fue derivado de urgencia al Hospital Notti, donde, pese a los esfuerzos médicos, se confirmó su fallecimiento.
El hecho desencadenó una ola de violencia en la zona cuando familiares de la víctima, en busca de venganza, se dirigieron a los barrios San Vicente VI y III, donde efectuaron disparos contra varias viviendas que presumían pertenecían a los responsables del ataque.
En un rápido accionar, efectivos de la Unidad de Investigaciones Departamental de Guaymallén lograron la aprehensión de Nahuel Pérez (27), residente del Barrio San Vicente VI, quien fue señalado como el presunto autor del homicidio. El sospechoso cuenta con antecedentes penales por desobediencia, robo simple y ley de Estupefacientes.
Por la información que trascendió en la escena y la declaración de los testigos, se trató de una “revancha” porque denunciaron a un hombre llamado Marcos Pérez por comercio de drogas en la zona. Y los familiares de la víctima eran acusados de denunciarlo.
Fuente: El Sol