28/7/2023
José Luis Coche Inciarte, uno de los 16 sobrevivientes de la caída de un avión uruguayo en la cordillera de los Andes en 1972, murió este jueves a los 75 años, según informaron sus allegados.
Durante 2017, Inciarte presentó su libro titulado «Memorias de Los Andes», donde cuenta en primera persona, vivencias y reflexiones posteriores al accidente.
«Estamos todos muy tristes, era un hermano desde hace 51 años», lamentó Carlos Páez, otro de los sobrevivientes, quien confirmó al diario El País su fallecimiento tras luchar contra una larga enfermedad.
Gustavo Zerbino, otro de los sobrevivientes de la tragedia, quien recordó los momentos que compartieron juntos.
«Fue el sentido del humor en la cordillera, siempre la buena onda, el amigo, la palabra justa. Un compañero ejemplar», puntualizó.
Asimismo, remarcó la relación que tuvo con su esposa, Soledad, sus tres hijos y sus nueve nietos. «La vida lo rodeó de amor y afecto», señaló Zerbino.
El senador nacionalista Sebastián da Silva también se refirió a la muerte de Inciarte en su cuenta de Twitter.
«Se nos fue Coche Inciarte. Su última salida fue a su campo que tengo el privilegio de trabajar. Lo invitamos a la yerra, miró sus guayabos, su higuera, hablamos de festuca y de potasio. Se despidió de su legado contento, y nosotros honrados por su presencia. Ya estará hablando de vacas con sus amigos de la vida. Su recuerdo quedará inmortalizado en el nombre de este campo», escribió.
Inciarte fue uno de los 16 sobrevivientes del accidente de Los Andes ocurrido el 13 de octubre de 1972, cuando el avión 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en el que se trasladaba el equipo de rugby de Old Christians cayó en el departamento mendocino de Malargüe, sobre un glaciar rodeado de montañas a 3.600 metros sobre el nivel del mar y cerca de la frontera con Chile.
La tragedia fue el resultado de un error del copiloto del avión cometió una grave equivocación al pensar que ya habían llegado a su destino en Curicó, Chile, e inició la maniobra de aterrizaje. Las malas condiciones climatológicas, las turbulencias y la falta de potencia del aparato hicieron posible el desastre.
José Luis Inciarte, sobreviviente de la tragedia de los Andes, cuando fue rescatado.
Luego de haber estado 72 días sin comida ni agua, el grupo sobrevivió al decidir colectivamente comer la carne de los cuerpos de sus compañeros muertos. Esta decisión no se tomó a la ligera, ya que la mayoría de los muertos eran compañeros de clase, amigos cercanos o familiares.
Uno de los sobrevivientes, Roberto Canessa utilizó cristales rotos del parabrisas del avión como herramienta de corte. Dio el ejemplo al tragar la primera tira de carne congelada del tamaño de un fósforo.
Varios otros hicieron lo mismo más tarde. Al día siguiente, más sobrevivientes comieron la carne que se les ofreció, pero algunos se negaron o no pudieron retenerla.
Catorce siguen con vida
De los 33 sobrevivientes iniciales solo 16 fueron hallados con vida después de 72 días en medio de los picos más altos y con temperaturas de 40 grados bajo cero, una historia que se conoció como la Tragedia de los Andes y dio lugar a decenas de películas, unos 14 libros, un museo en Montevideo dedicado al episodio e incluso excursiones de trekking al lugar.
Gustavo Zerbino, Antonio Vizintin, Eduardo Strauch, Adolfo Strauch, Fernando Parrado, Ramón Sabella, Carlos Páez, José Luis Inciarte, Javier Methol, Roy Harley, Álvaro Mangino, Roberto Francois, Pedro Algorta, Roberto Canessa, Daniel Ferández y Alfredo Delgado fueron los sobrevivientes de la tragedia.
Actualmente se mantienen con vida 14 de los 16 tras los fallecimientos de Inciarte (2023) y Methol (2015).