Una gran cantidad de palestinos desplazados lograron evacuar este miércoles un hospital de la ciudad más grande del sur de la Franja de Gaza, donde habían permanecido atrapados durante semanas por fuertes combates entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
Si bien el conflicto entre los israelíes y Hamás se encuentra en su quinto mes, Estados Unidos y mediadores internacionales continuaban conversaciones con Israel y el movimiento palestino para tratar de alcanzar un alto el fuego.
La urgencia creció desde que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió lanzar un ataque terrestre contra la sureña ciudad gazatí de Rafah, donde se refugian más de un millón de desplazados palestinos y donde la ONU teme una «masacre».
Debido a los enfrentamientos entre Israel y Hamás, los civiles no podían abandonar el lugar.
La ofensiva israelí contra Hamás se centra ahora en Khan Yunis, la mayor ciudad del sur de Gaza, escasos kilómetros al norte de Rafah, donde bombardeos y combates redujeron a escombros barrios enteros.
Los tres hospitales de Khan Yunis están aislados y rodeados por el Ejército y sufren bombardeos, que atrapan en su interior a miles de desplazados, cientos de pacientes y decenas de médicos y trabajadores de la salud.
Ningún lugar es seguro
Desplazados palestinos comenzaron a evacuar el Hospital Nasser, el más grande de Khan Yunis, cargando bolsas con sus escasas pertenencias.
El Ejército israelí dijo que había abierto una ruta segura para permitir que los civiles salieran del hospital, mientras que los médicos y los pacientes podían permanecer dentro. Se ordenó a las tropas que «priorizaran la seguridad de los civiles, los pacientes, los trabajadores médicos y las instalaciones médicas durante la operación», dijo el Ejército en un comunicado.
Sin embargo, al igual que en otros centros de salud, los médicos dijeron que los pacientes no podían salir o ser reubicados de manera segura, y miles de personas desplazadas por los combates en otros lugares permanecían allí.
Los palestinos dicen que ningún lugar es seguro en el territorio asediado, con bombardeos israelíes en todas partes.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo la semana pasada que francotiradores israelíes apostados en edificios circundantes impedían que la gente entrara o saliera del hospital.
Además, aseguró que 10 personas murieron dentro del complejo durante la última semana, incluidas tres que fueron baleadas este miércoles por el Ejército israelí.
El ministerio dice que unos 300 miembros del personal médico estaban atendiendo a unos 450 pacientes, incluidos heridos en los ataques. Unos 10.000 desplazados se refugiaban en el hospital antes de que comenzara la evacuación, agregó.
Fuente: Diario Popular