Ruth Shmylo, una trabajadora penitenciaria de 26 años del Reino Unido, está en el ojo de la tormenta por haber mantenido un romance de al menos cinco meses con Harri Pullen, un preso acusado de ser traficante de drogas.
La supuesta aventura de Pullen y Shmylo comenzó después de que él le pasara su número de teléfono en un trozo de papel y ella lo llamara para una cita de «adolescentes».
Harri Pullen, el preso con quien tuvo un amorío. (Foto: The Sun)
El fiscal Matthew Cobbe dijo que la joven debería haber denunciado al detenido por tener un teléfono secreto tras las rejas, pero, en cambio, optó por llamarlo y mantener un amorío.
Entre las pericias que realizaron al teléfono celular, descubrieron que Ruth deseaba irse a vivir a Australia, ya que no «soportaba más su vida en Gales» y esto fue motivo de discusión entre ellos. Él, completamente devastado por la noticia, comenzó a rogarle y hasta amenazarla para que le diera una oportunidad cuando saliera de la cárcel. Además, tuvieron sexo telefónico.
«Nos amábamos y yo todavía te amo hasta el día de hoy. Te amo más que nunca», le dijo Pullen a la mujer y además le aseguró que le daría lo que ella quisiera. «Quiero al menos llevarte a comer. Una noche de fiesta contigo. Llevarte a un hotel o lo que sea», agregó.
Las llamadas que mantenían entre ambos fueron grabadas por los jefes de la prisión y luego reproducidas en el Tribunal de la Corona de Cardiff durante el juicio. Finalmente, la joven fue despedida de su cargo.