Las relaciones amorosas y sexo-afectivas han experimentado transformaciones significativas en los últimos años, reflejándose en una mayor apertura hacia dinámicas que desafían la tradicional estructura monógama. Este cambio se debe en gran parte al creciente reconocimiento y aceptación de diversas formas de amar y relacionarse, las cuales buscan adecuarse a las necesidades individuales y colectivas de las personas.
En este contexto, términos como “poliamor”, “relaciones abiertas” y “parejas no monógamas” ya no son desconocidos para muchos, pero siempre surgen nuevas tendencias que, al principio, pueden mirarse con desconfianza, como el nuevo “Toliamor”.
El término “Tolyamory”, acuñado por Dan Savage, un conocido columnista sexual y podcaster norteamericano, combina “tolerar” con “poliamor”, y hace referencia a una dinámica en la que uno o ambos miembros de la pareja toleran las relaciones sexuales o románticas del otro por fuera de la relación sin haberlo discutido abiertamente.
Savage lo explicó en su podcast “Savage Lovecast”: “Es alguien dispuesto a hacer la vista gorda a un baile subido de tono o a una breve aventura después de años de matrimonio. Se concentran solo en las formas en que su cónyuge demuestra su compromiso y muestra su amor”.
Marie Thouin, investigadora y especialista en relaciones, explicó a HuffPost que el toliamor es un estilo de relación en el que uno o ambos miembros de una pareja monógama socialmente aceptada aceptan en silencio que su pareja tiene sexo con otra persona. Añadió que, aunque no hay datos sólidos sobre la prevalencia de estas relaciones, “es probable que sean muy comunes”.
“Un buen ejemplo sería la pareja formada por Cameron y Daphne en la segunda temporada de “The White Lotus””, explicó Savage en su podcast.
Desde un ángulo diferente, Kathy, una mujer que habló con NY Post, ofrece un testimonio de primera mano sobre cómo tolerar las infidelidades de su esposo después de 30 años de matrimonio ha erosionado su autoestima, aunque le ha permitido mantener su hogar y estado en la comunidad. “He tomado la decisión de que la infidelidad de mi esposo es un precio que estoy dispuesta a pagar para mantener la vida que hemos construido juntos”, explicó.
Leanne Yau, educadora de poliamor, dijo a HuffPost: “El toliamor es probablemente -y desgraciadamente- la forma más común de no monogamia”. No obstante, es una dinámica que requiere una terminología clara para diferenciarse de otras formas similarmente complejas de relaciones no monógamas como el poliamor bajo coacción (poly under duress, PUD) y el “no preguntes, no cuentes” (Don’t ask, don’t tell, DADT).
Esa diferenciación es esencial, como explicó Thouin. “El PUD implica que una pareja acepta ser poliamorosa a regañadientes para mantener la relación”, mientras que DADT es una dinámica no monógama discutida, pero donde ambas partes evitan realizar preguntas abiertas sobre las relaciones externas. “El DADT es más probable que sea una dinámica igualitaria”, comentó Thouin, “donde ambos miembros de una pareja permiten tener relaciones sexuales fuera de la pareja, siempre que mantengan discreción”.
En cuanto a las razones detrás del toliamor, Yau indicó que puede ser una manera de mantener las apariencias en sociedades donde la monogamia es altamente valorada y la no monogamia es estigmatizada. “Muchas parejas piensan: ‘No quiero dar la impresión de que soy promiscuo o que voy a propagar enfermedades de transmisión sexual,’ y por lo tanto, mantienen la fachada de ser monógamos”, explicó.
También en el ámbito cultural, algunas sociedades tienen una comprensión implícita de que la monogamia de por vida no es realista, pero insisten en que las infidelidades deben mantenerse discretas para “salvar las apariencias y mantener la fachada pública de la monogamia”, destacó Thouin. Además, en contextos donde la igualdad de género es menos avanzada, se espera que las mujeres soporten las infidelidades de sus esposos mientras permanecen monógamas.
El término toliamor resuena con muchas realidades cotidianas y muestra una versión resignada de la no monogamia, donde, como indicó Marie Thouin, “la gente se ve obligada a hacer sacrificios personales significativos para mantener la seguridad emocional y económica”.
En sociedades progresistas, “las mujeres están cerrando rápidamente la ‘brecha de la infidelidad,’ lo que irónicamente significa que todos tienen más probabilidades de terminar en una dinámica tolyamory”.
El creciente uso del término “tolyamory” ilumina la falta de comunicación abierta en las relaciones y el miedo a expresar deseos auténticos, revelando cuán comunes son estas dinámicas a pesar de su escasa visibilidad en el discurso público.
Fuente: Infobae