River Plate le ganó 2-0 a Colón de Santa Fe en el estadio Más Monumental, por la fecha 23 de la Liga Profesional: Nicolás De la Cruz y Lucas Beltrán convirtieron los goles del Millonario, que quedó al borde de un nuevo título local.
Este sí es River. En nombres y funcionamiento. Con alto vuelo colectivo, con destellos individuales y con avivadas. Porque River no es solo juego vistoso. La escuela que dejó Marcelo Gallardo y que, con su sello, continúa Martín Demichelis, también es estar en los detalles. Actuación deluxe para quedar a un pasito del campeonato.
Estaba claro que lo mostrado en cancha de Barracas era una excepción. Pero por si quedaban dudas, el Millonario salió de entrada a marcar el ritmo de partido, ante un Colón que venía de una durísima goleada, pero que también tenía una lavada de cara, con varios jugadores recuperados. El más importante, Baldomero Perlaza, el motor del mediocampo Sabalero, con y sin la pelota.
Pero esta vez, al igual que los demás volantes del equipo de Pipo Gorosito, no iba a pesar. Porque Colón tenía clarísimo su plan de partido: aguantar y salir de contra. Por eso la decisión táctica de prescindir de Ábila y meter dos puntas rápidos y picantes como Farías y Pierotti. Pero para que sea exitoso, necesitaba pegar antes de recibir el golpe. Casi lo hace.
River dominaba territorialmente y atrincheraba a Colón en su área moviendo la pelota de lado a lado y con pases a un toque, pero no lograba romper un cerrojo defensivo ordenado, no por falta de ideas o recursos, sino por la buena ejecución del plan defensivo rival. Por eso necesitó de la pelota parada y la pegada de De la Cruz: a los 37 minutos, el uruguayo pateó un tiro libre y la colgó de un ángulo.
Antes el Sabalero le había avisado con una corrida de Eric Meza, que le ganó a Casco y sacó un remate que se fue apenas por al lado del poste, que en el palo a palo lo iba a lastimar. Pero ya 0-1, el plan debía cambiar. Por eso salió al complemento más adelantado, y River, aún con el dominio de la pelota, sufrió una baja en los primeros minutos del complemento.
Hasta que apareció la viveza. A los 15″, antes de que Colón pueda ratificar su levantada, Casco sacó rápido un lateral para agarrar a la defensa desordenada y encontrar a Nacho Fernández postrado contra la línea de fondo, quien de primera tocó al medio para la llegada de Beltrán, que la empujó al gol. Gran presente del Vikingo, que ya lleva 15 goles en la era Demichelis y es una pieza clave del engranaje.
En los detalles también está Enzo Pérez, que se acercó a la tribuna para pedirle calma a la gente, que le tiró un proyectil a Wanchope Ábila. El 2-0 le bajó la persiana al partido. Colón quedó totalmente knockeado y River se dedicó a hacer correr el tiempo moviendo la pelota. Demichelis aprovechó para darle minutos a Simón, Alfonso, Paradela y Echeverri -de gran ingreso-. La hinchada jugó su propio partido en la tribuna y deliró al ritmo del que indefectiblemente será el campeón del fútbol argentino. Solo falta saber cuándo.
Todavía faltan cuatro fechas para que termine el torneo, pero River puede ser campeón el próximo sábado, cuando visite a San Lorenzo: para eso necesita volver a sumar de a tres en el Bajo Flores y que Talleres no le gane a Sarmiento el jueves o a Unión el fin de semana.
Fuente: Diario Popular