Una mujer de Maryland fue declarada culpable de asesinar a su madre de 71 años y luego pedirle a su hija que la ayudara a descuartizar su cuerpo con una motosierra y quemar sus restos en una parrilla.
Candace Craig, de 45 años, fue declarada culpable de asesinato en primer grado, asesinato en segundo grado y manipulación de pruebas por el crimen de su mamá, Margaret Craig. El espantoso crimen ocurrió en la localidad de Hyattsville en julio del año pasado.
Según la fiscal estatal Aisha Braveboy, Craig mató a su madre en medio de una discusión porque la mujer había descubierto que había cometido un fraude con una tarjeta de crédito. Margaret amenazó con entregar a Candice a la policía y entonces su hija la estranguló.
Luego, Candace Craig convenció a una de sus tres hijos, Salia Hardy, de 19 años, de ayudarla a deshacerse del cuerpo. La joven testificó contra su madre después de declararse culpable a principios de este año de su propio papel en el espantoso crimen. Según dijo, encontró el cuerpo de su abuela metido dentro de un contenedor de plástico azul en su dormitorio. Luego ayudó a su madre a cortar el cuerpo con una motosierra y trató quemarlo en una parrilla en el patio trasero.
Pero las mujeres no contaron con los vecinos, que, preocupados por no ver a la anciana durante varios días, llamaron a la policía. Cuando los agentes entraron en el sótano de la casa, inmediatamente notaron salpicaduras de sangre y un fuerte olor a putrefacción que emanaba de tres bolsas de basura de plástico blancas.
Las bolsas contenían “lo que parecía ser materia cerebral” y los restos mutilados de Margaret Craig; los policías también encontraron herramientas de corte y una motosierra todavía cubierta de restos humanos.
Fue un crimen espantoso “que realmente sacudió a toda la región”, dijo la fiscal estatal del condado de Prince George, Aisha Braveboy, después de la condena.
Margaret era “una mujer generosa, cariñosa, amorosa, compasiva y comprensiva, que fue asesinada, que fue asfixiada por su hija”, dijo Braveboy. Fue “asesinada, desmembrada, quemada, asada a la parrilla, fue un insulto para esta mujer de 71 años que era una persona que había trabajado duro toda su vida. Mantenía a su hija adulta que vivía con ella, a sus nietos”, continuó.
En cuanto a su nieta, Salia Hardy se declaró culpable a principios de este año de ser cómplice de asesinato después del hecho por ayudar a deshacerse del cuerpo de su abuela. Está previsto que ambas mujeres sean condenadas en audiencias posteriores, cuyas fechas aún no están fijadas.